Estos son los países con los mejores y los peores permisos de maternidad. Algunos podrían sorprenderte
España se sitúa en una posición intermedia

La semana pasada, el Congreso convalidó el Real Decreto-ley aprobado a finales de julio, con el apoyo de todos los partidos excepto Vox, que ampliaba la duración de los permisos de maternidad y paternidad hasta las 19 semanas retribuidas por nacimiento y cuidado de los hijos. De esta forma, España cumplía–con algo de retraso, eso sí—la obligación de adaptar la legislación nacional a la directiva europea de conciliación, aprobada en 2019, que regula los requisitos que deben cumplir los permisos de nacimiento en la UE. En ella se diferencian dos permisos para el cuidado de los hijos: el de nacimiento (inmediatamente después del parto) y el de cuidados, también llamado parental, que se extiende hasta los 8 años.
Aunque el permiso de maternidad es un derecho fundamental para proteger la salud tanto de la madre como del recién nacido en esos meses clave de su desarrollo, la duración y retribución varía enormemente según el país. Lo demuestra un informe de la consultora británica Moorepay que analiza la duración y la retribución de los permisos de maternidad en el mundo. El informe se centra solo en los permisos de los que disfrutan las madres, no los padres. En España existen desde 2021 permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles para ambos progenitores, pero esto no es así en la mayoría de los países, incluidos muchos europeos como Francia, Alemania, Italia o Polonia, que ofrecen escasas licencias a los nuevos padres.
Como hemos visto, en Europa, pero también en otros lugares, el permiso por nacimiento se complementa con permisos adicionales para el cuidado de los hijos. En el informe se suman ambos si cumplen dos condiciones: que se puedan tomar de forma consecutiva y que sean remunerados. Por último, en los casos en los que padres y madres pueden intercambiar permisos, se considera la licencia remunerada máxima para la madre.
En la comparativa, España no es de los países con permisos más largos, ni a nivel global ni a nivel europeo. Si bien acaba de ampliarse a las 19 semanas (17 semanas tras nacimiento de hijo a las que se suman otras dos semanas retribuidas adicionales para su cuidado que se pueden disfrutar hasta que el menor cumpla 8 años), la cifra no llega a las veinte semanas, que era el objetivo marcado en el acuerdo de Gobierno que en su día firmaron PSOE y Sumar y resulta escaso comparado con los modelos más generosos en este sentido, que pueden llegar a ofrecer uno o incluso dos años de permiso para las madres.
Rumanía encabeza, según el informe, la lista, con un permiso que puede llegar hasta las 104 semanas (es decir, dos años) pagado al 85% del salario. Las madres rumanas pueden cogerse 18 semanas de permiso antes o después del nacimiento del bebé. Una vez finalizado ese periodo, cualquier progenitor puede tomarse una licencia remunerada para cuidarle hasta que cumpla los 2 años.
Similar es el sistema en Corea del Sur, el país con el índice de natalidad más bajo del mundo (0,7 hijos por mujer en 2024). La legislación coreana ofrece a las madres un permiso de 90 días que pueden tomarse antes o después del parto, pero, además, existe una licencia de cuidado infantil de hasta un año para cuidar a hijos menores de 8 años que puede tomarse cada uno de los progenitores. Por detrás se sitúan países como Polonia, con 61 semanas, o Suecia y Bulgaria, que también ofrecen permisos de más de un año.

En cuanto a la retribución de las bajas, el informe de Moorepay, actualizado con datos a junio de 2025, considera el valor promedio de la licencia de maternidad en cada país en la moneda local, pero para hacer una comparación más justa, convierte la cifra a dólares internacionales, una unidad monetaria hipotética que estima la cantidad de unidades monetarias locales que se necesitarían para adquirir, dentro del país en cuestión, la misma cantidad de bienes que en Estados Unidos se comprarían con un dólar estadounidense. Además, la consultora ha aplicado factores de corrección teniendo en cuenta el coste de vida de cada país.
El punto fuerte del sistema español es la retribución íntegra del salario, algo que no pasa en la mayoría de los países, donde la cobertura es parcial o va decreciendo según pasan las semanas. En cualquier caso, el valor medio de la baja por maternidad en nuestro país equivale a unos 11.470 dólares internacionales, una cifra muy alejada de la que vemos en los países nórdicos, pero también de Rumanía o Corea del sur.
Noruega es el país donde mejor se retribuyen los permisos por maternidad: unos 73.955 dólares internacionales, una cifra que multiplica por seis la española. Detrás se sitúan Rumanía, con un valor de 49.777 dólares internacionales, y Corea del sur, con 48.796 dólares internacionales. En Finlandia, Suecia, Eslovenia y Luxemburgo, la cobertura económica a las nuevas madres también es acusadamente más alta.

En el lado contrario destacan los países en los que directamente no existen bajas remuneradas por maternidad: Sudáfrica, Tonga, Papúa Nueva Guinea y Estados Unidos. Por sorprendente que parezca, en Estados Unidos todavía no existe un permiso de maternidad pagado a nivel federal. La Ley de Ausencia Familiar y Médica (FMLA) ofrece hasta doce semanas de permiso para el cuidado de un recién nacido, pero es no remunerado y solo para trabajadoras que cumplen ciertos requisitos. Algunas grandes empresas ofrecen sus propias licencias pagadas y algunos estados tienen políticas de licencia remunerada. En cualquier caso, se estima que en Estados Unidos, una de cada cuatro madres se ve obligadas a volver al trabajo solo dos semanas después de tener un bebé por necesidad económica.



