Cómo decir ‘no’ a tu jefe
Negarte a las peticiones de un superior puede parecer una tarea intimidante, pero es una habilidad fundamental

En una charla TED que dio hace unos años, Justine Musk, escritora y primera mujer de Elon Musk, reveló que una de las claves del éxito de su célebre exmarido era su desarrollada capacidad para decir que no. Según contó, al negarse a atender a las personas o los asuntos que le robaban tiempo, atención y energía, el dueño de Tesla y Space X podía dedicar todos sus recursos a sus propios objetivos. Junto a su ambición y su capacidad de foco, ese es el secreto de la extraordinaria productividad del hombre más rico del mundo.
Elon Musk no es precisamente un ejemplo en muchos sentidos, pero esa habilidad para decir ‘no’ a lo superfluo para centrarse en lo importante puede resultar muy útil, especialmente en el ámbito laboral. Porque decir ‘sí’ o ‘no’ implica elegir y marcar prioridades. “Si asumes más trabajo repercutirá de una forma u otra en tu vida. Si te sobrecargas, eso afectará al tiempo que tengas para tu familia o para hacer deporte, por ejemplo”, apunta Marta Zúñiga, experta en liderazgo y CEO de Talent Juice. Por eso coincide la psicóloga y coach especialista en ansiedad Almudena Molinero, “establecer límites es crucial para tu bienestar y rendimiento en el trabajo. Siempre hay formas de comunicar tus razones sin perder el respeto”. La clave está en hacerlo de manera asertiva y profesional.
El primer paso, antes de plantearte siquiera rechazar una propuesta de tu jefe, es reflexionar sobre lo que representa: ¿es una petición razonable? ¿Puede marcar la diferencia? ¿Es posible atenderla sin que afecte a tu carga de trabajo o tu bienestar? Si la respuesta es negativa, Zúñiga recomienda ser claro a la hora de decir que no. Huye de respuestas ambiguas tipo ‘no estoy seguro’ o ‘quizás no pueda hacerlo’. En su lugar, sé claro, pero manteniendo siempre un tono respetuoso.
Una buena estrategia es ofreceruna solución alternativa. Esto demuestra que estás dispuesto a colaborar, incluso si no puedes cumplir con la petición tal y como te la habían planteado. ‘Ahora no puedo, pero pregúntale a María, que seguro que te puede ayudar’. “Es un ‘no’ más diplomático”, apunta Zúñiga, pero “también funciona ser honesto, decir: ‘Me encantaría ayudarte, pero mira cómo tengo la agenda, no tengo tiempo’”.
La conocida táctica del sándwich tiene defensores y detractores. Para Zúñiga, por ejemplo, esta fórmula puede dificultar que se entienda el mensaje y es mejor no dar tantos rodeos. Pero Molinero considera que puede ayudar a suavizar la negativa. “En primer lugar validamos la opinión de la persona que nos está pidiendo algo. Después, explicamos por qué no nos viene bien, pero sin justificarnos. Y cerramos ese sándwich con un ‘espero y confío en que encuentres a alguien que lo pueda hacer en mi lugar’ o le proponemos alguna alternativa”, resume.
Lo fundamental, a juicio de ambas expertas, es trabajar la asertividad. A la hora de hablar con tu jefe asegúrate de conservar siempre la profesionalidad. No hay motivos para levantar la voz ni usar un lenguaje pasivo-agresivo. Es importante usar un tono calmado y respetuoso. “Muchas veces no es tanto el contenido como la forma en que lo transmitimos”, apunta Zúñiga.
Otra cosa que puede ayudarte a la hora de hablar con tu jefe es preparar la conversación. “Es el 90% del éxito. Normalmente no lo hacemos, y es primordial”, asegura la CEO de Talent Juice. Si no tienes claro cómo abordar la conversación, es probable que acabes metiendo la pata, expongas tus argumentos de manera atropellada y el mensaje resulte poco claro. Preparándote el discurso te aseguras de ser claro y no dejarte nada en el tintero.
Por supuesto, el carácter de tu interlocutor también influirá en el desarrollo de la conversación. En caso de enfrentarnos a un jefe tóxico, Almudena Molinero recomienda intentar “bajar su intensidad emocional para hablar con él de manera que se muestre receptivo y así proteger nuestro bienestar emocional”. Y si nada de esto funciona y no hay manera de evitar que nuestro superior influya negativamente en nuestra salud, Zúñiga lo tiene claro: ha llegado el momento de empezar a plantearte tu futuro laboral.