Haenyeo, las mujeres buceadoras de Corea en peligro de extinción
Son capaces de bajar hasta los 10 metros sin oxígeno para recoger la cosecha del mar

Jeju, elegida recientemente una de las nuevas siete maravillas naturales del mundo, es la isla más grande de Corea del Sur. Pero además de por su belleza, es conocida también por sus mujeres buceadoras, las haenyeo (en coreano, ‘mujeres del mar’). Esta tradición es desde 2016 considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Las haenyeo se sumergen hasta los 10 metros de profundidad para recoger el marisco y el pescado que son la base de la alimentación de su comunidad. Lo hacen cuchillo en mano y ataviadas con unas gafas de buceo, aletas, un peso y una bolsa, pero sin botellas de oxígeno.
Estas mujeres llevan desafiando al océano desde hace cuatro siglos. Las primeras aparecieron en el siglo XVII, cuando las guerras obligaron a muchos de los hombres de la isla a emigrar. Ellas tomaron entonces las riendas de la economía doméstica. Las haenyeo revirtieron los roles de género y se convirtieron en las primeras mujeres con un trabajo reconocido socialmente en todo el país.

Su técnica de buceo tradicional en apnea se denomina muljil. La practican tres meses al año a razón de siete horas diarias, tanto en verano como en invierno. Algunas llegan a permanecer hasta tres minutos bajo el agua recogiendo la cosecha. Es un trabajo agotador y sin duda peligroso. En los meses más fríos, las buceadoras se reúnen entre inmersiones en torno a una hoguera rodeada por piedras en círculo a la que llaman bulteok.

Su sabiduría se ha ido transmitiendo de generación en generación. Las más experimentadas lideran las expediciones de buceo y entrenan al resto hasta que dominan la técnica. Tradicionalmente, las chicas comenzaban a entrenarse cuando tenían 11 años, y tras cumplir los 18 ya eran consideradas auténticas haenyeos.
Cada vez son menos y su tradición corre el riesgo de desaparecer. Se cree que solo 2.500 mujeres se dedican en la actualidad activamente al muljil y otras 2.000 lo practican ocasionalmente. Además, la mayoría de estas buceadoras tienen más de 50 años, algunas incluso siguen buceando hasta pasados los 80.
Para preservar esta tradición, las autoridades de la isla han ido otorgado beneficios a las haenyeo: Proporcionan a todas ellas los trajes de buceo gratuitamente y desde 2002 cuentan con seguro médico también gratis.
