Un libro para convencer a las niñas de que la curiosidad no mató al gato
‘Niñas curiosas’, de María Núñez, es un relato infantil que descubre a célebres científicas, ingenieras, matemáticas o astronautas

Belén es una niña muy curiosa que, al cumplir 9 años, recibe un regalo muy especial, un gato mágico que le da la posibilidad de viajar a través del espacio y el tiempo. Así conocerá a otras niñas curiosas que de adultas acabarían convirtiéndose en célebres científicas, matemáticas o ingenieras como Marie Curie o Margarita Salas. Este es el planteamiento de Niñas curiosas, el libro infantil que María Núñez ha escrito para despertar el interés por las disciplinas STEM entre las niñas.
El libro surgió a raíz de una pregunta que un día le hizo Belén, su hija y, a la postre, protagonista del relato. “Me dijo que estaba muy preocupada por el gato, porque había oído que la curiosidad mató al gato. Y como nuestro gato es muy curioso tenía miedo de que le pasara algo”, explica la autora. “Traté de explicarle que la curiosidad era algo bueno. Le dije ‘la curiosidad no mató al gato, lo hizo más listo’”.
Niñas curiosas es la primera obra de Núñez. Ella es ingeniera industrial pero siempre ha sido una ávida lectora que tenía por hobby escribir pequeños relatos. Animada por una amiga, finalmente se lanzó a dar forma a sus historias y convertirlas en un libro con el que acercar la ciencia a las niñas. Su intención era mostrarles referentes de mujeres que persiguieron sus sueños e hicieron importantes aportaciones a la historia. “Se me ocurrió, para hacerlas más cercanas, que tuvieran la misma edad que mi hija, que entonces tenía 9”. De este modo, Niñas curiosas nos presenta a unas pequeñas Marie Curie, Rachel Carson, Hipatia de Alejandría, María Telkes, Jane Goodall, Margarita Salas, Sara García Alonso y Hedy Lamarr.
“Los más pequeños van a aprender de la existencia de importantes mujeres científicas, porque algunas son de sobra conocidas, pero otras no tanto”, indica María Núñez. “Van a aprender que no hay que tener miedo, que hay que atreverse y que es bueno cuestionarse las cosas. Además de que la ciencia puede ser muy divertida”.
Núñez no se cierra la puerta y ya tiene en mente una segunda parte para seguir descubriendo a grandes mujeres a los niños. “Me gustaría incluir a Ángela Ruiz Robles, que inventó el libro electrónico, o a la ingeniera robótica Elena García Armada, responsable de un exoesqueleto para los niños”.
