13 cosas que no sabías que habían sido inventadas por mujeres
Entre ellas, el monopoly, el wifi, la jeringuilla o el lavavajillas
En muchos casos tuvieron que sortear injusticias, algunas sufrieron el robo de ideas y a otras no les quedó más remedio que registrar las patentes a nombre de su marido o de un familiar varón, ya que a las mujeres no se les permitía ser propietarias. Hasta el siglo XX solo el 10% de las patentes pertenecían a mujeres. Por eso sus figuras merecen ser recuperadas. Estos son algunos de los inventos obra de mujeres más populares de la historia:
El Monopoly: creado en 1904 por Elizabeh Magie, la versión original del juego se llamaba Landlor’s Game y era en realidad una crítica al capitalismo. Toda una ironía si tenemos en cuenta que, años más tarde, Charles Darrow vendió a Parker Brothers el juego como si fuera propio. Darrow se convirtió en millonario. Elizabeth Magie solo ganó 500 dólares con su idea. El Monopoly ya se había convertido en uno de los juegos de mesa más exitosos del mundo.
La balsa salvavidas: A finales del siglo XIX, una mujer llamada María Beasley —de la que poco se sabe— se preguntó cómo podían evitarse las muertes en los desastres marítimos. Así que se puso manos a la obra e inventó las balsas salvavidas que todos los barcos llevan en la actualidad para casos de emergencia.
La máquina de helados:Beulah Louise Henry, apodada como la señora Edison por su faceta de inventora, diseñó la máquina manual para hacer helados. Hoy en día se sigue utilizando su diseño en todo el mundo. Montó dos empresas en la década de los 20 y registró casi medio centenar de patentes. Entre otras cosas inventó un antecedente de la fotocopiadora: una máquina de escribir capaz de realizar cuatro copias de un documento.
El wifi: La actriz austríaca Hedy Lamarr no solo protagonizó el primer desnudo en la historia del cine, sino que, en su faceta de inventora, sentó las bases de tecnologías de comunicación y transmisión de datos actuales como el WiFi o el GPS. Junto al compositor George Antheil desarrolló un sistema de comunicaciones secretas basado en la conmutación de frecuencias. Su intención era que los aliados pudieran lanzar misiles teledirigos sin riesgo de que las señales de control fueran interceptadas o interferidas por el enemigo. Aunque la patente se registró en 1942, parece que no se usó hasta dos décadas después, durante la crisis de los misiles de Cuba.
La cerveza: Esto es más difícil de comprobar, porque entonces no había muchos registros, pero según la historiadora de la cerveza Jane Peyton, fueron las mujeres de la antigua Mesopotamia las que crearon esta bebida.
El compilador y el COBOL: La doctora Grace Murray Hopper, apodada Amazing Grace, inventó en la década de los 50 el compilador, una herramienta que traducía los comandos del inglés al código informático. Además fue la primera programadora en manejar el revolucionario ordenador Mark I y participó de manera decisiva en el desarrollo del lenguaje COBOL, considerado uno de los primeros lenguajes de programación modernos.
La jeringuilla: En 1899, Letitia Geer inventó una jeringuilla que podía manejarse con una sola mano. Antes existían otros modelos más rudimentarios y bastante menos prácticos. Se convirtió en uno de los grandes avances de la medicina moderna.
El kevlar: Este ligero material sintético, cinco veces más fuerte que el acero, se utiliza, entre otras cosas, en la fabricación de chalecos antibalas. Es obra de la química estadounidense Stephanie Kwolek.
El lavavajillas: Fue Josephine Cochrane quien a finales del siglo XIX inventó este hoy indispensable electrodoméstico. El espíritu emprendedor le venía de familia: su abuelo, John Fitch, había construido el primer barco de vapor casi un siglo antes. Parece que Cochrane, que hizo negocio principalmente vendiendo su invento a los hoteles, iba a las reuniones sin ningún acompañante masculino, lo que supuso un escándalo en la época. Su patente ganó el premio a la mejor construcción mecánica en la Exposición Universal de Chicago de 1893.
La enciclopedia mecánica: La maestra española Ángela Ruiz Robles inventó en Ferrol el libro mecánico, precursor de las actuales tablets y ebooks. En 1949 patentó el primer diseño de la enciclopedia mecánica, cuyo prototipo se construyó en 1962. Para la época, el libro electrónico de Ruiz Robles resultaba bastante avanzado: era capaz de iluminarse para poder leer en la oscuridad, emitía sonidos y permitía hacer zoom sobre textos e imágenes.
El Tipp-Ex: Bette Nesmith Graham, una secretaria de dirección, patentó en 1958 una mezcla a base de pintura blanca para corregir las erratas al escribir con máquina. Hasta ese momento, cuando se cometía un error no quedaba otra que arrancar la página entera y comenzar desde cero.
El limpiaparabrisas: El primero en confiar en este invento de Mary Anderson fue el mismísimo Henry Ford, que en 1908 lo incluyó en todos los Ford T. Anderson ideó este artefacto para evitar que los conductores tuvieran que detenerse y bajar de sus vehículos para limpiar los cristales.
El circuito cerrado de televisión: Diseñado por Marie Van Brittan Brown a finales de los 60, fue lo que impulsó el desarrollo de los sistemas de alarmas y de seguridad que hoy se utilizan en hogares y comercios.
