Corrupción, sexismo y racismo: así se fraguó el boicot de Hollywood a los Globos de Oro
Estrellas y miembros de la industria han denunciado años de sobornos, acoso y falta de diversidad
Hollywood se ha levantado en armas contra los Globos de Oro. El futuro de los premios organizados por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) está en el aire tras el anuncio de la cadena NBC de que no emitirá la ceremonia del año que viene y semanas de movimientos en su contra por parte de estrellas y empresas de la industria que se han unido para denunciar la falta de ética, el machismo y el racismo endémicos en la asociación.
Aunque los acontecimientos se han precipitado en los últimos días, la HFPA lleva en el ojo del huracán desde que en febrero Los Angeles Times publicara un artículo denunciando la falta de diversidad entre sus miembros. ‘¿Quién regala realmente los Globos de Oro? Un pequeño grupo lleno de personajes extravagantes— y sin miembros negros’ era el título de la pieza, que dibujaba un nada halagüeño retrato de la asociación, del cuestionable comportamiento ético y financiero de algunos de sus miembros y del oscuro proceso de selección que se sigue para incorporar a nuevos socios. Entre otras cosas, el artículo revelaba que entre los 87 miembros de la organización (ahora 86 tras la expulsión del expresidente Philip Perk), no había ni un solo periodista negro, y destacaba la notable ausencia, entre las nominadas a mejor película este año, de filmes con protagonistas negros como Judas y el mesías negro o La madre del blues, que sí han competido (y ganado) en los Oscar.
Time’s Up, la organización formada a raíz del MeToo para combatir la discriminación en el lugar de trabajo, reaccionó lanzando un campaña de presión, respaldada por destacados personajes de la industria a través de redes sociales, solo un par de días antes de la celebración de la 78 edición de los premios. La organización intentó frenar las críticas con el anuncio de que había contratado a un consultor de diversidad y a un bufete de abogados para llevar a cabo una investigación interna, medidas insuficientes a juicio de los miembros de Time’s Up.
A cosmetic fix isn’t enough. #TIMESUPglobes#TIMESUPpic.twitter.com/eywtKm74iS — Amy Schumer (@amyschumer) February 26, 2021
Old news. New energy. #TimesUpGlobespic.twitter.com/AzJhTA42W8 — Ava DuVernay (@ava) February 26, 2021
Cuando todavía intentaba apagar ese fuego, a la HFPA se le abrió otro frente formado por uno de los colectivos más influyentes de la industria: el de los publicistas. Más de un centenar de empresas de relaciones públicas, que representan a la mayor parte de los artistas de la industria del entretenimiento a ambos lados del Atlántico, suscribieron una carta que solicitaba “un cambio profundo y duradero para erradicar el espíritu excluyente y la práctica generalizada de comportamientos discriminatorios, falta de profesionalidad, irregularidades éticas y supuesta corrupción financiera endémica de la HFPA”.
Efectivamente, en los últimos años han sido constantes los rumores sobre miembros de la asociación que aceptaban regalos caros, viajes o incluso dinero de manos de estudios y productores que querían influir en las votaciones. A diferencia de, por ejemplo, los Oscar, la organización de los Globos de Oro tampoco había hecho hasta ahora muchos esfuerzos para fomentar la participación de mujeres y personas racializadas. “En la última década, nuestra industria se ha enfrentado a un ajuste de cuentas sísmico y ha comenzado a abordar su incapacidad para reflejar y honrar la diversidad de nuestra comunidad, sin embargo, no hemos sido testigos de ninguna aceptación de responsabilidad, rendición de cuentas o acción por parte de la HFPA”, aseguraba el comunicado de los publicistas, que concluía advirtiendo a la organización que no facilitarían que sus clientes participasen en sus eventos o entrevistas.
Por si la amenaza de perder el acceso a la práctica totalidad de las estrellas de Hollywood fuera poco, a la asociación se le siguieron acumulando los problemas. La estratega de diversidad que había contratado dimitió a los pocos días tras acusar a la institución de racismo endémico . Y su expresidente, Philip Berk, tuvo que ser expulsado a finales del mes pasado después de que saliera a la luz un correo electrónico que había mandado a sus compañeros en los describía a Black Lives Matter como un "movimiento de odio racista”. Berk ya estuvo en el punto de mira en 2018 cuando el actor Brendan Fraser le acusó de haberse propasado con él. Fraser reveló en una entrevista con GQ que durante un evento celebrado unos años antes, el entonces presidente de la organización que entrega los Globos de Oro le agarró y le masajeó el trasero. Según Berk, lo hizo en plan broma; según Fraser, el incidente fue más en plan acoso sexual.
En un intento de controlar la situación, la organización aprobó la semana pasada una reforma de urgencia que suponía duplicar el número de socios en un plazo de dieciocho meses, garantizar que la mitad de esos nuevos miembros representasen a minorías, renovar su junta e imponer restricciones respecto a los regalos que sus miembros pueden recibir y los pagos por trabajar en sus comités. Sin embargo, ese plazo de año y medio que se concedía para aplicar los cambios no ha gustado nada en la industria. Poco después, Netflix, Amazon y WarnerMedia (propietaria de HBO y los estudios Warner) anunciaban que cortarían cualquier tipo de colaboración con la HFPA hasta ver cambios efectivos. Finalmente, la cadena de televisión NBC comunicó el lunes que no emitirá la gala del 2022, aunque deja la puerta abierta a volver a hacerlo en el futuro si la organización soluciona sus problemas.
También estrellas del calibre de Tom Cruise, Scarlett Johansson o Mark Ruffalo se han unido al coro de voces contra los Globos de Oro. Johansson ha emitido un comunicado denunciando el comportamiento sexista de algunos de los periodistas que forman parte de la asociación. “Como intérprete que promociona una película, se espera de una que participe en la temporada de premios asistiendo a conferencias de prensa y a ceremonias. En el pasado esto ha significado a menudo enfrentarse a preguntas y comentarios sexistas de ciertos miembros la HFPA que lindaban con el acoso sexual. Es la razón concreta por la que yo, durante muchos años, me negué a participar en sus conferencias”. Mark Ruffalo, ganador este año de un Globo de Oro por La innegable verdad, también ha lamentado “ver que la HFPA, que se ha beneficiado generosamente de la promoción de cineastas y actores, se resiste al cambio que se les pide. Es el momento de dar un paso adelante y corregir los errores del pasado. Honestamente, como reciente ganador de un Globo de Oro, no puedo sentirme orgulloso o feliz por haber recibido este premio”.
Pero el mayor golpe de efecto lo ha dado Tom Cruise, que anoche enviaba de vuelta a la organización en una caja las tres estatuillas que ganó por Nacido el 4 de julio, Jerry Maguire y Magnolia. La HFPA también comunicó ayer el cronograma para implementar “con extrema urgencia” su plan de reforma. Ahora habrá que ver si la industria aprueba este último intento de la asociación por salvar sus premios.
