Los Oscar de la diversidad
Mujeres y minorías raciales han acaparado los premios más importantes
Menos glamour, pero más diversidad podría ser el resumen de la 93 edición de los Oscar, la primera de la era COVID (la del año anterior se celebró antes de la extensión de la pandemia), que no será recordada por su ceremonia –por lo demás bastante fría y aburrida— o por su alfombra roja, sino por su apuesta por la inclusión. Nomadland ha sido la gran triunfadora de la noche al conseguir tres de los premios más importantes: Mejor Película, Mejor Actriz (Frances McDorman) y Mejor Dirección (Chloe Zhao). La directora de origen asiático ha hecho historia al convertirse en la segunda mujer en conseguir la estatuilla (Kathryn Bigelow fue la primera en 2009 gracias a En tierra hostil).
Además, el veterano Anthony Hopkins se ha llevado, a sus 83 años, el premio como Mejor Actor por su papel en El padre, el segundo de su carrera tras el que ganó hace treinta años por El silencio de los corderos. El británico de padres ugandeses Daniel Kaluuya ha conseguido el Oscar al Mejor Actor de Reparto por interpretar al líder de los Panteras Negras en Judas y el mesías negro. La Mejor Actriz de Reparto ha sido Youn Yuh-jung por su papel de abuela en Minari. La intérprete de 73 años se ha convertido en la primera coreana en ganar el premio.
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Por su parte, la otra directora nominada este año, Emerald Fennell, no se ha llevado el galardón en esa categoría, pero sí en la de Mejor Guion Original. La cantante H.E.R ha conseguido la estatuilla dorada a la Mejor Canción por su tema Fight for you, de la película Judas y el mesías negro. La película danesa Otra ronda ha sido reconocida como Mejor Película Internacional y Soul, de Pixar, como la Mejor Película de Animación. En la ceremonia ha habido también un premiado español: Sergio López-Rivera, ha ganado junto con Mia Neal y Tamika Wilson, el reconocimiento al Mejor Maquillaje y Peluquería por su trabajo en La madre del blues.
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Cinco años después de la polémica #OscarSoWhite, que denunciaba la hegemonía de actores blancos entre las películas nominadas aquel año, la Academia parece haber tomado nota, y aunque sus cuotas para fomentar la inclusión en el cine, aprobadas hace unos meses, no entrarán en vigor hasta la edición de 2021, ya está haciendo un esfuerzo por mejorar la representatividad de los premios, empezando por su propia casa. En estos años la Academia ha acabado con el derecho de voto vitalicio de sus miembros (ahora limitado a un período renovable de diez años), ha reestructurado sus comités y ha ido aumentando el número de mujeres y miembros de minorías hasta duplicarlo. Pese a todo, la Academia está lejos de ser representativa de la sociedad estadounidense. En 2015, el 92% de sus miembros eran blancos y el 75% varones. En 2020 esos porcentajes bajaron al 84% y el 68%, respectivamente, lo que significa que los hombres blancos y mayores (62 años es la edad media) sigue siendo el perfil dominante entre sus miembros. Lo que sí parece haber aumentado es la sensibilidad de los académicos respecto a estos temas, y esto sí está teniendo efecto ya en las candidaturas: este año, por ejemplo, solo en las categorías de interpretación había nueve actores y actrices de minorías.
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