Estas son las nuevas cuotas de los Oscar para favorecer la diversidad
Al menos un 30% de los personajes secundarios de las cintas que opten a mejor película deberán ser mujeres, minorías, LGBTQ o con discapacidad

La Academia de Hollywood ha presentado una serie de medidas dirigidas a apoyar la inclusión en el cine y que, de momento, solo se refieren al máximo galardón que otorgan los Oscar: mejor película. Las medidas, aprobadas cinco años después de la polémica #Oscarsowhite, que denunciaba la hegemonía de actores blancos entre las películas nominadas aquel año, entrarán en vigor para la edición de 2025. Aunque, en este tiempo, la academia ha ido corrigiendo esta anomalía representativa en varios aspectos: por género, raza o país.
Los nuevos requisitos afectan a cuatro ámbitos: representación en la pantalla, temática y argumento; liderazgo creativo y equipo del proyecto (en referencia a la representatividad por género y etnia en los puestos directivos del mismo); acceso y oportunidades en la industria cinematográfica (es decir, que las empresas participantes en la película tengan programas de becas o laborales que favorezcan la inclusión) y desarrollo de la audiencia (se refiere a la diversidad en los equipos de marketing, publicidad y distribución de las películas). De estos cuatro requisitos establecidos para optar al premio a la mejor película, las aspirantes deberán cumplir al menos dos.
Por ejemplo, alguno de los actores principales o intérpretes secundarios deberán pertenecer a alguno de los grupos fijados: al menos un 30% deberá ser mujer, pertenecer a una minoría, ser del colectivo LGTBQ o tener alguna discapacidad. La misma cuota se fija para el equipo de rodaje. El argumento de la película deberá girar en torno a estos grupos y al menos dos directivos del equipo creativo del proyecto deberán representar a estos colectivos. La representatividad por etnias debe implicar la presencia de al menos un miembro en el equipo directivo creativo y no menos de seis en el equipo técnico.
De la misma manera, se apoya que los estudios y distribuidores contemplen programas de prácticas pagadas para mujeres, minorías, LGTBQ o discapacitados, y que haya representación de estos mismos grupos entre sus altos ejecutivos en las áreas de marketing, publicidad o distribución.