¿Está la industria del cine preparada para que actores y actrices compitan de forma justa entre sí?
La Berlinale ha reabierto el debate al anunciar que otorgará un galardón de género neutro para las mejores actuaciones sin distinción entre hombres y mujeres
La organización de la Berlinale ha anunciado las novedades de su próxima edición, entre las que destaca la unificación de los premios en las categorías de actuación, que a partir de ahora reconocerán a los intérpretes sin diferenciar entre hombres y mujeres. Así, se otorgará un Oso de Plata a la mejor actuación protagonista y un Oso de Plata a la mejor actuación de reparto. “Creemos que no separar los premios en la categoría de actuación por género constituye una señal de una mayor conciencia de género en la industria cinematográfica”, han señalado los responsables del evento.
La Berlinale, que se celebrará en la capital germana desde el 11 al 21 de febrero (de forma presencial, si las circunstancias no lo impiden), es uno de los mayores festivales de cine del mundo, junto con Cannes y Venecia, pero no es el primer certamen en adoptar una medida de este tipo. Los MTV Movie Awards abrieron la senda en 2017 al eliminar las categorías de Mejor actor y Mejor actriz y sustituirlas por Mejor actuación. Emma Watson ganó el primer premio MTV de género neutro por su papel en La bella y la bestia.
No obstante, estos casos siguen siendo la excepción a la regla. La mayoría de los premios cinematográficos importantes mantienen categorías diferenciadas para hombres y mujeres, aunque son muchas las voces que, desde la propia industria, llevan tiempo pidiendo eliminar esta distinción. En primer lugar, los premios de género neutro evitan que los actores no binarios se vean obligados a adherirse a las normas tradicionales de género. Hace un par de años, Asia Kate Dillon se vio en un buen brete cuando tuvo que elegir si participar en los Emmy como Mejor actor de reparto o actriz de reparto. Ante la duda, envió una carta a la Academia de Televisión cuestionando la clasificación. “Me gustaría saber si a sus ojos 'actor' y 'actriz' denotan anatomía o identidad y por qué es necesario denotarlos en primer lugar. La razón por la que espero entablar una conversación sobre esto es porque si se supone que las categorías de 'actor' y 'actriz' representan 'la mejor actuación de una persona que se identifica como mujer' y 'la mejor actuación de una persona que se identifica como hombre' entonces no hay lugar para mi identidad dentro de ese sistema de premios binario. Además, si las categorías de 'actor' y 'actriz' están destinadas a denotar el sexo asignado, pregunto, respetuosamente, ¿por qué es necesario?”
Para su sorpresa, la Academia le respondió aclarando que, según sus normas, “cualquiera puede presentar una solicitud en cualquiera de las categorías por cualquier motivo” y que la institución acepta lo que considera una decisión personal sin hacer ningún tipo de verificación. Finalmente, Dillon se inscribió como ‘actor’ por considerarlo un término más neutro. Es decir, tuvo libertad de elección…pero tuvo que elegir.
Más allá de la problemática que plantea para las personas de género no binario, esa diferenciación entre hombres y mujeres no deja de parecer un anacronismo en un momento en el que la igualdad no es solo un valor o un principio, sino también un derecho en todos los ámbitos, incluido el profesional. Y, sin embargo, la mayoría de los premios y festivales no parecen plantearse acabar con ella de momento.
¿Por qué mantener la distinción entre actores y actrices cuando en otras categorías como mejor dirección, mejor guion o mejor dirección de fotografía no se tiene en cuenta el género? ¿Está la industria cinematográfica preparada para que actores y actrices compitan en igualdad de condiciones? Lo cierto es que, con las cifras en la mano, esto último no parece nada claro, y ese es el principal argumento de quienes defienden mantener la diferenciación. El Centro para el Estudio de las Mujeres en la Televisión y el Cine de la Universidad de San Diego hace cada año un análisis de los principales títulos estrenados durante los meses anteriores. El último indica que las mujeres interpretaron solo el 37% de los personajes principales de las cien películas más taquilleras del 2019 y solo el 34% de los personajes con diálogo. El riesgo de que eliminando la división de género en las categorías de actuación, las mujeres queden relegadas a un segundo plano también en los premios parece, por tanto, una posibilidad real. Un análisis publicado por The Wrap en 2017, cuando los MTV Movie Awards hicieron el cambio, concluye que cuando otros premios del ámbito audiovisual han implantado categorías de género neutro, generalmente han acabado siendo dominadas por los hombres.
De hecho, es lo que pasa también en el resto de categorías. En las 92 ediciones de los Oscar, por ejemplo, apenas cinco directoras han optado a la estatuilla dorada (Lina Wertmüller, Jane Campion, Sofia Coppola, Kathryn Bigelow y Greta Gerwig) y solo Bigelow la ha ganado. El problema no es solo de los Oscar y ha llevado a directoras como Alma Har’el a pedir una nueva categoría de directora separada. “A menos que tengamos una nueva categoría para mujeres directoras, de la misma manera que tenemos categorías de actor y actriz, no veremos ningún cambio”, ha defendido la directora de Honey boy.
Sin embargo, también son muchos los que opinan que, en última instancia, las categorías de género no hacen sino proyectar una falsa imagen de igualdad, dando la sensación de que las mujeres tienen muchos más roles protagonistas de los que en verdad tienen. Si en el peor de los casos las actrices acaban siendo marginadas en las categorías de género neutro, mantienen, a la industria no le quedará más remedio que enfrentarse al hecho de que la paridad es todavía un objetivo lejano en el mundo del cine.
