La escena de cunnilingus que evidenció el doble rasero sobre sexo oral de Hollywood

Ryan Gosling y Michelle Williams son sus protagonistas

Williams y Gosling, en un momento de la película.

Está considerada como una de las escenas de sexo más polémicas de la historia del cine. Sus protagonistas son Ryan Gosling y Michelle Williams, y la película, Blue valentine. El aclamado drama romántico sobre un matrimonio en desintegración rodado por Derek Cianfrance en 2010 recibió en Estados Unidos la calificación NC-17 (solo para adultos). ¿Tenía más sexo o violencia que la media a la que nos tiene acostumbrada la industria? En realidad no, el único motivo por el que la cinta de Cianfrance recibió una calificación que supone un golpe mortal para las aspiraciones comerciales de cualquier película es una escena en la que Ryan Gosling le hace un cunnilingus a Michelle Williams.

Resultaría agotador recopilar la cantidad de felaciones que el cine ha inmortalizado a lo largo de su historia sin que los censores levantaran una ceja. El sexo oral entre mujeres tampoco parece plantear demasiados problemas. En esa edición de los Oscar, Williams fue nominada por su papel en Blue valentine al premio a la Mejor Actriz, categoría en la que también competían Annette Bening y Natalie Portman, la primera por Los chicos están bien y la segunda (y finalmente ganadora) por Cisne negro. Casualmente también ellas protagonizaban escenas de cunnilingus en estas dos películas, pero ninguna generó semejante polémica. La diferencia fundamental es que en esos dos casos el sexo oral era por cortesía de otra mujer (Julianne Moore y Mila Kunis, respectivamente). Pero parece que ver a un hombre complaciendo a una mujer resulta todavía una cuestión peliaguda para algunos.  

Es, desde luego, algo bastante insólito. “Nunca había visto eso en una película y estoy orgullosa de ser la primera. Bien por nosotros por hacer que suceda”, dijo Michelle Williams en declaraciones a Reuters. “Como la mujer en la situación cuestionada, no encontré absolutamente nada escandaloso, de mal gusto o repugnante”. También Ryan Gosling denunció entonces, y ha repetido después en varias ocasiones, que la decisión de la Motion Picture Association, el organismo que otorga las calificaciones en Hollywood, es una clara demostración del doble rasero sexista que todavía impera en esta industria. “Hay un montón de películas con hombres que reciben sexo oral de mujeres con calificaciones R. Incluso hay películas de terror que parecen de tortura pornográfica con clasificación R”, aseguró el actor en una reciente entrevista con NPR.

Que una cinta sea prohibida para menores no es un inconveniente pequeño. Supone, entre otras cosas, que no puede ser proyectada en las grandes cadenas de cines o incluso anunciada en televisión. La broma puede dañar las posibilidades comerciales y de premios de una película, hasta acabar resultando una sentencia de muerte. A The Weinstein Company, la compañía que había comprado los derechos de distribución de Blue valentine, la cosa no le hizo ninguna gracia y recurrió la decisión ante el consejo de la MPA.  “¿Cómo consiguió Piraña 3D una R y Blue Valentine un NC-17?”, se preguntaba en su reclamación el hoy defenestrado Harvey Weinstein, citando una película que otro sello de la empresa había lanzado unos meses antes. “Si [Piranha 3D] obtuviera un NC-17, yo sería el primero en decir: 'está bien, tenemos que cortar algunas cosas'. Es ridículo, una piraña tose un pene en la película”. Finalmente la MPA dio su brazo a torcer y acabó rebajando la calificación de la película.

Pero la historia volvió a repetirse un par de años después con el estreno de Una muerte necesaria (Charly Countryman). El director, Frederik Bond, se vio obligado a eliminar una escena en la que una mujer recibía sexo oral de un hombre para obtener una calificación R, lo que provocó la indignación de la protagonista, Evan Rachel Wood. “La escena en la que los dos personajes principales hacen 'el amor' se alteró porque a alguien le pareció que ver a un hombre darle sexo oral a una mujer hacía que la gente se 'sintiera incómoda', pero las escenas en las que las personas son asesinadas volándoles la cabeza permanecieron intactas y sin cambios”, denunció en Twitter. Quizá sea cuestión de sensibilidades.

 

 

 

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