Guru

El de la margarita fue otro de los logos más populares de esa época, presente hasta en la sopa y en el coche de Fernando Alonso. En 1999, un joven italiano de 22 años llamado Matteo Cambi diseñó la famosa margarita y la estampó en una camiseta lisa. Había nacido Guru. Según su perfil de Wikipedia, la firma vendió 200.000 camisetas en el 2000 y al año siguiente cerró el ejercicio con una facturación de 10 millones de euros. En 2004, Cambi llegó a un acuerdo con Flavio Briatore para convertir a Guru en patrocinador del equipo Renault de Fórmula 1. Su vinculación con Fernando Alonso, que esa temporada se convirtió en el campeón de F1 más joven de la historia, hizo que las pegatinas de la margarita se ganaran un hueco destacado en la trasera de los coches, haciendo la competencia a las de Kapital o Penélope. Para 2007, la facturación de Guru rondaba los 70 millones, pero unos meses después, la empresa anunció la quiebra y el fundador, su madre y su socio fueron detenidos, acusados de quiebra fraudulenta, comunicaciones corporativas falsas y distribución ilegal de beneficios, entre otros delitos. Al parecer, Cambi y compañía habían malversado fondos y hecho de todo para tapar una deuda de 100 millones de euros. El fundador de Guru acabó declarándose culpable y aceptando una condena de cuatro años que cumplió bajo arresto domiciliario. En los últimos años, el empresario ha publicado un libro en el que contaba sus años de adiciones y excesos y ha lanzado otra marca de ropa dirigida al público millennial.

Bonaventure

En su época eran lo más, aunque la etiqueta metálica de la cinturilla y los remaches de algunos modelos no eran precisamente cómodos. Vivieron su gran momento en los noventa, especialmente gracias al modelo Brutus, su buque insignia, pero la marca de origen francés fue poco a poco decayendo. En 2015, la empresa vallisoletana Creaciones Nicolás, propietaria entre otras de El Caballo, anunció sus planes para relanzar Bonaventure, aunque parece que la cosa quedó en agua de borrajas y el único lugar donde se encuentran ahora sus vaqueros son las plataformas de segunda mano. 

Lois

En realidad, los noventa fueron la época dorada para las marcas de jean europeas, muchas de ellas producidas en España. En esos años, las francesas Bonaventure, Liberto o Chevignon y las españolas Pepe Jeans, Cimarrón o Lois competían mano a mano con los gigantes estadounidenses Levi’s, Lee y Wrangler. La familia de Sáez Merino puede ser considerada los reyes del jean español. En 1962, tras descubrir las bondades del denim, los hermanos Manuel y Joaquín Sáez Merino crearon en Valencia la histórica Lois. El éxito inmediato de sus vaqueros rectos catapultó a la marca, que en los setenta contó con figuras internacionales como Abba, Johan Cruyff, Björn Borg y Rod Stewart en su publicidad. La siguiente década fue complicada para Lois por los líos familiares y el desembarco masivo de las marcas internacionales en el mercado español, pero en los noventa la empresa regresó con fuerza. Sigue activa, aunque desde luego no tiene la presencia de esos años. Los Sáez Merino también fueron responsables de la creación de otras tres marcas históricas: Cimarrón, Caster y Caroche.

Caramelo

Caramelo, en su momento uno de los puntales del textil gallego, anunció en 2016 que echaba el cierre. La liquidación de la firma, propiedad desde 2008 de Manuel Jove (el fundador de Fadesa), se produjo tras una larga agonía: años de despidos masivos (la empresa llegó a tener 800 trabajadores, pero a su cierre, la plantilla rondaba las 150 personas), inyecciones de dinero público y un concurso de acreedores del que había conseguido salir un par de años antes. En 2021 se anunció que Caramelo regresaba al mercado de la mano de Creaciones Nicolás, esa empresa de Valladolid empeñada en la recuperación de marcas de los noventa, aunque igual que sucedió en el caso de Bonaventure, poco se ha sabido después de Caramelo.

Don Algodón

La marca de moda adolescente fundada por Pepe Barroso a principios de los ochenta ha pasado por multitud de vicisitudes. Tras su éxito inicial, Grupo Cortefiel compró el 50% del capital de Don Algodón y la convirtió en la primera empresa del textil español franquiciada. En esa época llegó a superar el centenar de establecimientos, entre sus tiendas en España y otros mercados. Empezando el nuevo siglo, Barroso volvió a hacerse con el control del accionariado, pero el auge del fast fashion hizo que la firma fuera poco a poco perdiendo fuelle. En 2006, el grupo estadounidense BCBG Max Azria compró el negocio, excepto la división de cosmética y perfumería, controlada por Puig. En la actualidad, Don Algodón no tiene nada que ver con lo que fue en su día, aunque sigue vendiendo artículos para hogar, ropa para estar en casa y complementos.

Blanco

A principios de los sesenta, el cántabro Bernardo Blanco Solana fundó, con poco más de 20 años, la cadena de tiendas Blanco. El primer establecimiento abrió en Bilbao y unos años después desembarcó en Madrid. Durante los ochenta y, sobre todo, los noventa, la empresa siguió creciendo. Consiguió adaptarse a los ciclos del fast fashion y a principios del nuevo siglo empezó su expansión internacional, pero la caída del consumo de los siguientes años le pasó factura. En 2012 la empresa entró en números rojos. Ni siquiera el dinero saudí (acabó en manos del grupo Alhokair) pudo salvar a la marca, que echó el cierre en 2016. Unos meses después, el empresario Jordi Hidalgo anunció el lanzamiento de una nueva cadena de tiendas llamada New Blanco que seguiría el espíritu de la Blanco original. No ha cumplido el ambicioso plan de expansión con el que nació, pero ahí sigue.