Mujeres en el deporte: una revolución pendiente
Mientras baten récords de todo tipo, las deportistas siguen esperando la llegada de la igualdad real

En países como Estados Unidos, Serena Williams, Simone Biles o Ronda Rousey han traspasado todas las fronteras. También las de los patrocinadores, que se las rifan. En nuestro país, los medios y las grandes marcas muestran cada vez más interés por deportistas como Garbiñe Muguruza, Paula Badosa, Alexia Putellas o Aitana Bonmatí. Sin embargo, y pese a los muchos éxitos de los últimos años, no es oro todo lo que reluce en el deporte femenino. Aún queda mucho camino por recorrer en lo que se refiere a sueldos, ingresos publicitarios, visibilidad y conciliación; una revolución prorrogada que impide que nuestras deportistas desarrollen su máximo potencial.
Según Forbes, las diez atletas femeninas mejor pagadas del mundo ganaron en 2022, en total, unos 265 millones de euros. Unas ganancias que crecen en paralelo al interés que despierta el deporte femenino (de acuerdo con cifras de Nielsen Sports, las competiciones deportivas en las que participan mujeres han aumentado su audiencia en un 542%). A la cabeza de ese ranking están las tenistas Naomi Osaka, con sponsors como Louis Vuitton o Tag Heuer, y Serena Williams, apoyada por Nike y Gatorade. Sin embargo, si comparamos esa cifra con las ganancias de los diez deportistas masculinos mejor pagados ese mismo año, la diferencia es abismal.
Mar Mas (AMDP): “En la actualidad, las deportistas españolas no están protegidas para poderse defender en caso de acoso. ¿Sabes quién tenía que activar el protocolo contra delitos sexuales en el caso de Jennifer Hermoso? Luis Rubiales”
Ellos suman alrededor de 1.000 millones de euros. La deportista mejor pagada percibe un 60% menos que el deportista que más gana. Un afilado techo de cristal que demuestra que la igualdad efectiva está todavía muy lejos.
La pregunta que surge es ¿por qué tanta diferencia? Para Pedro Malabia, director estratégico de la Liga F, establecer comparaciones es difícil. En concreto, en el caso del fútbol, señala, sería “un error de concepto, porque ningún otro deporte puede compararse con una industria que genera el 1,8% del PIB de nuestro país”. Aunque admite que en el fútbol las condiciones entre hombres y mujeres no son ni de lejos similares, Malabia considera que vamos por el buen camino. “No podemos olvidar que el fútbol femenino fue calificado como deporte profesional la pasada temporada y esto ha permitido dar pasos firmes para empezar a sentar las bases para construir un producto y generar ingresos”. En su opinión, el balompié femenino se está situando “como el motor del resto de deportes femeninos y, esperemos, un modelo a seguir”.
Desde la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) ven las cosas de forma bastante diferente. Según su presidenta, Mar Mas, no se trata tanto de un problema de trayectoria como de que, al igual que en tantos ámbitos, también en el deporte las competiciones masculinas llevan años controlando “todas las estructuras de poder, de gestión y de gastos. Todo ello, apoyado por una constante campaña de publicidad desde los medios, incluidos los públicos. No hay más que ver las secciones de deporte en los informativos”.
Los deportistas masculinos, con el fútbol a la cabeza, aunque no exclusivamente, son todavía los que protagonizan los espacios prime time en los medios. Así, no es de extrañar que suenen más los nombres de las principales estrellas masculinas que los de las femeninas, ni que cueste tanto igualar sueldos y patrocinios. “Me encanta Rafa Nadal como deportista, es maravilloso, pero cuando le escucho decir que las modelos femeninas cobran más que los modelos masculinos, me pregunto si es consciente de que los y las españoles hemos pagado la campaña de publicidad de su carrera deportiva”, apunta la presidenta de AMDP. La directiva se refiere a que desde los medios públicos “se ha gastado mucho dinero en comprar derechos para poder entrevistarle a pie de pista o retransmitir sus partidos”. Otra de las demandas de la asociación que dirige es lograr que Loterías y Apuestas del Estado incorpore al deporte femenino. También la Asociación de Futbolistas Españoles reclama que la Liga F, la máxima categoría del fútbol femenino, se sume a La Quiniela de forma permanente.
Raquel Carrera: “todavía hay menos ayudas y salarios para las deportistas mujeres y los chicos cuentan con más visibilidad, lo que repercute a la hora de que las marcas se fijen en ellos y les patrocinen”
Sin embargo, el problema no es solo de visibilidad o de recursos. El caso Rubiales ha evidenciado recientemente el sexismo que sigue imperando en los despachos donde se toman las decisiones sobre el deporte español. “Mientras ellas ganan en las competiciones, luego muchas veces tienen que enfrentarse a la precariedad y a tratos tan vergonzosos como lo que ocurrió en el Mundial”, señala Mas. “Las federaciones son entes independientes, por eso hay que trabajar la Ley del Deporte. En la actualidad, las deportistas españolas no están protegidas para poderse defender en caso de acoso. ¿Sabes quién tenía que activar el protocolo contra delitos sexuales en el caso de Jennifer Hermoso? Luis Rubiales”, subraya la presidenta de AMDP, que destaca que, según un estudio que están realizando en Baleares, el 70% de los clubes no cuentan con planes de igualdad ni con personal formado en género.
Para una de las deportistas españolas más laureadas, la estrella de la natación sincronizada Ona Carbonell, “todavía hay una revolución pendiente para alcanzar la igualdad de género en el deporte”, y esta pasa necesariamente por que más mujeres ostenten cargos de responsabilidad en las estructuras deportivas. En los pasados Juegos Olímpicos, Carbonell alzó la voz para denunciar las dificultades para conciliar de las deportistas de élite. En su caso, acababa de ser madre y competir en la cita olímpica le impidió proseguir con la lactancia de su hijo. “A nivel de conciliación, que es lo que me atañe a mí, si quien decidiera o pudiera cambiar las cosas fuera una mujer, entendería mucho más cómo funciona, por ejemplo, la lactancia o los cuidados”, señala.
Su denuncia, en cualquier caso, no cayó en saco roto. “Después de mi experiencia en Tokio creamos, junto al Comité Olímpico Español, la Comisión de Maternidad y Deporte en el COE”, explica la nadadora, que en mayo anunció su retirada de las piscinas tras quince años en la élite y casi un centenar de medallas. Entre los objetivos de la nueva comisión que lidera figuran que las deportistas cuenten con el apoyo de profesionales que las atiendan en la etapa de pre y posparto, que puedan viajar a las competiciones con sus bebés, que existan salas de cuidados, salas de lactancia o que se congele su posición en los rankings en los deportes en los que estos existan. Esto último es muy importante, como han demostrado casos como el de Serena Williams. Cuando la tenista dejó el circuito por su primer embarazo era la número 1 del ranking de la WTA. Catorce meses después, y tras pasar por un parto y un postparto bastante complicados, volvió ocupando el puesto 453 del ranking y tuvo que jugar la fase previa de Roland Garros porque el torneo decidió que no fuera cabeza de serie. La polémica generada hizo que la WTA acabara estableciendo un sistema de clasificación protegida que permite a las jugadoras conservar, durante un periodo transitorio, su antigua clasificación tras una ausencia de larga duración.
Ona Carbonell: “si quien decidiera o pudiera cambiar las cosas fuera una mujer, entendería mucho más cómo funciona, por ejemplo, la lactancia o los cuidados”
Luego está el factor económico, y es que, como señala Mar Más, con los sueldos tan precarios que tienen la mayoría de las deportistas, ser madre puede convertirse en misión casi imposible. “¿Cómo te vas a plantear tener un hijo si cobras 800 euros, vives en un piso compartido y tienes que entrenar?”, se pregunta. Con todo, indica Carbonell, “cada vez son más las deportistas que concilian, que toman la decisión de ser madres y seguir en el deporte. Hasta ahora eran pocas porque no tenían esa seguridad, esa estabilidad y esas herramientas, pero cada vez son más”. La windsurfista Blanca Manchón, las piragüistas Maialen Chourraut y Teresa Portela son algunas de las que, con mucho esfuerzo, han conseguido volver a la primera línea tras convertirse en madres.
Otra de las polémicas que rodearon la cita de Tokio 2020 fue la protagonizada por las selecciones femeninas de balonmano playa de Francia y Noruega, que se negaron a usar el diminuto bikini que les habían dado para competir. El COI amenazó con sancionarlas, pero ni aun así cedieron. Con aquella decisión pusieron una pica en Flandes, y llamaron la atención sobre la sexualización de la ropa deportiva femenina. El que, a diferencia de los hombres, a las mujeres se las obligue a competir con prendas minúsculas o ceñidas contribuye a que las deportistas se conviertan en noticias por su ropa o su aspecto físico, mientras a sus colegas masculinos aparecen retratados como héroes por sus victorias. La excapitana del equipo español de natación artística destaca que todavía “hay veces que la noticia sobre una deportista es cómo le queda ese pantalón o ese bañador, más que su resultado o su rendimiento deportivo, cosa que no pasa con los hombres. Aquí seguimos teniendo camino por recorrer, pero creo que cada vez pasa menos”.
Pero no todo son malas noticias. Carbonell señala, por ejemplo, que cada vez son más “las marcas que quieren a mujeres deportistas como ejemplo y como referente de valores. Incluso hay empresas, como Iberdrola, que están apostando única y exclusivamente por el deporte femenino. Seguro que también ahí queda camino por avanzar, pero creo que se ha evolucionado mucho”. En algunas disciplinas, la brecha se ha cerrado bastante. Para Fátima Diame, sexta del mundo en salto de longitud y la atleta española más popular en redes sociales, con más de 400.000 seguidores, el atletismo es un referente en lo que a igualdad respecta. “Somos un deporte muy igualitario, competimos en las mismas pruebas e incluso existe un relevo mixto que es olímpico. También las retransmisiones y los premios económicos son paritarios”.
Igualmente, Raquel Carrera, jugadora del Valencia Basket y de la Selección Española de Baloncesto, considera que en el deporte que practica se ha avanzado mucho. “En mi caso, tengo la suerte de estar en un club, como es el Valencia Basket, que trata igual al baloncesto masculino y al femenino”. Recientemente, Carrera ha fichado como embajadora de Kellogg's con el fin de promover hábitos de vida saludables y valores como igualdad y diversidad. La jugadora de 22 años, una de las finalistas de los Premios MAS este año, reconoce que todavía “hay menos ayudas y salarios para las deportistas mujeres y los chicos cuentan con más visibilidad, lo que repercute a la hora de que las marcas se fijen en ellos y les patrocinen. Tendríamos que tener más visibilidad y que nuestros partidos, en vez de echarlos en Teledeporte, se emitiesen en cadenas más mediáticas”.
Pedro Malabia: El fútbol femenino profesional necesita tiempo para crecer y dar sus frutos. Con paciencia, trabajo y un entorno de paz institucional, estamos seguros de que conseguiremos algo histórico”
Incluso en el llamado deporte rey, el fútbol, las cosas también pintan mejor. “Desde la puesta en marcha de Liga F se ha conseguido una venta de derechos audiovisuales histórica, logrando 35 millones de euros en cinco años. Este acuerdo, además, proporciona una visibilidad nunca antes vista, con los 240 partidos de la competición emitidos en directo”, explica el director estratégico de la competición. Malabia destaca también que el acuerdo con LaLiga, que se ha convertido en su agente comercial, les “aporta una gran llegada al mercado. Además, se han producido ostensibles mejoras en las instalaciones y una fuerte apuesta por el producto audiovisual. Prueba de ello el histórico despliegue de producción del FC Barcelona contra el Real Madrid. Nunca antes se había retransmitido en España un partido femenino con este nivel de producción, con más de doce cámaras, entrevistas exclusivas, drones, cámaras de cine, etcétera”. Por ello, señala, “muchas ligas miran con admiración el gran salto que ha tenido el futbol femenino en España y que se refleja en el éxito de la Selección”.
Dado el creciente interés por parte del público, la Liga F ha montado un plan estratégico de negocio para que el fútbol femenino sea sostenible. Con todo, el directivo reconoce que para la igualdad real todavía falta bastante. “No debemos perder la perspectiva de dónde venimos. El fútbol femenino profesional necesita tiempo para crecer y dar sus frutos. Con paciencia, trabajo y un entorno de paz institucional, estamos seguros de que conseguiremos algo histórico”.
¿Qué países están más interesados en el deporte femenino?
La compañía de investigación de mercado YouGov hace, desde noviembre de 2020, un seguimiento global de datos relacionados con el deporte femenino. En ese período han constatado que el porcentaje de consumidores que dicen haber visto deporte femenino en el último mes ha aumentado del 21% al 28%. El país que encabeza la lista de los que más consumen deporte femenino es Indonesia, seguido de Estados Unidos, Alemania y Singapur. Nuestro país ocupa la novena posición, por detrás de México, India, China y Emiratos Árabes Unidos. Suecia cierra este top ten.
Este reportaje se publicó primera en la edición número de 18 de Mujeres a Seguir en papel.