Rosa Díaz, directora del ONTSI: “El cibercrimen sería la tercera economía más grande del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China”
La responsable del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad es una de las finalistas de los X Premios MAS

Lleva algo más de un año al frente del ONTSI, el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (un organismo adscrito a Red.es), pero antes Rosa Díaz fue también directora del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) y trabajó en compañías como la empresa de software SAGE, Santander Elavon o Panda Security. Sus ganas de contribuir, con el conocimiento que había adquirido en la empresa privada, a llevar a cabo mejores políticas públicas, fue lo que le animó a pasarse a la administración. Crear conciencia en torno a la importancia de nuestros derechos en el ámbito online, mejorar el nivel de España en ciberseguridad y acabar con las brechas digitales son alguno de los grandes retos que, a juicio de Díaz, una de las finalistas de los X Premios MAS en el apartado de Tecnología, tenemos en este ámbito.
¿Cuál es el objetivo del ONTSI?
EL ONTSI tiene como propósito generar conocimiento de valor para las políticas públicas en torno al desarrollo tecnológico y sus distintos impactos en la sociedad. En los dos últimos años hemos ampliado las actividades y, por ejemplo, estamos realizando seguimiento de la agenda España Digital 2030, coordinando la elaboración de la Hoja de Ruta España Digital 2030 para cumplir con los compromisos de la Década Digital de la Unión Europea. También estamos liderando un proyecto de humanismo tecnológico para impulsar la Carta de Derechos Digitales a través de siete convenios que firmaremos antes de finalizar el año. España ha sido pionera en impulsar la creación de una carta de Derechos Digitales y ahora vuelve a innovar poniendo en marcha este proyecto.
Muchas veces no somos conscientes de nuestros derechos en el ámbito digital, pero también lo es que tecnología parece avanzar más rápido que la regulación. ¿Cómo estáis desde la administración intentando reducir esa brecha?
Existe mucho desconocimiento en torno a cuáles son estos derechos digitales, especialmente entre los más jóvenes. Si le preguntas por sus derechos a uno de los llamados nativos digitales, que a mí a veces me parecen más huérfanos digitales, muchos no saben ni que los tienen. Pero este desconocimiento no existe solo en el entorno de los jóvenes. En enero de 2023 ha entrado en vigor el Programa Estratégico de la Década Digital para 2030, que concede una importancia fundamental a los derechos digitales como columna vertebral de la transformación digital de Europa y marca el camino para conseguir un desarrollo digital centrado en las personas. En España hemos puesto en marcha un proyecto, con una inversión de 8,7 millones de euros, que pretende, por una parte, diseñar propuestas de medidas legislativas y no legislativas en cada uno de los seis ámbitos contemplados en la Carta de Derechos Digitales y en la declaración de Derechos Digitales, y, por otra parte, implicar al conjunto de la sociedad y de las instituciones públicas y privadas en la defensa y puesta en práctica de estos derechos.
“Si le preguntas a uno de los llamados nativos digitales, que a mí a veces me parecen más huérfanos digitales, por sus derechos, muchos no saben ni que los tienen”.
¿Cómo estamos en España en materia de ciberseguridad?
Para ponernos en contexto, si hablamos de PIB, el cibercrimen sería la tercera economía más grande del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China, con 6 billones de dólares en el año 2020. En la actualidad, el cibercrimen genera más beneficios que el narcotráfico a nivel global. Nuestro país ocupa el cuarto puesto en el Índice de la Ciberseguridad Global que realiza periódicamente la Unión Internacional de las Telecomunicaciones, pero todavía queda camino por recorrer. La estrategia España Digital centra uno de sus ejes en este ámbito.
Supongo que las grandes empresas invierten más para protegerse de los ciberataques, pero ¿qué pasa con las pymes?
Las pymes siguen siendo el eslabón más débil de la cadena y debemos conseguir que sean el más fuerte. Se están haciendo muchos esfuerzos para concienciar a las pymes de la importancia de la ciberseguridad y de protegerse de los ciberataques. Muchas pequeñas empresas siguen pensando que a ellas nadie las va a atacar, y no se dan cuenta de que son la puerta de entrada para llegar a empresas más grandes. Hay un teléfono, el 017, que es gratuito y confidencial, en el que, entre otras cosas, resuelven consultas sobre ciberseguridad. Está disponible todos los días del año.
¿Y los ciudadanos somos conscientes de la importancia de protegernos en el mundo digital?
Tenemos una falsa sensación de seguridad. Hasta que no eres víctima de un ataque no te das cuenta de la importancia de estar protegido. Es muy importante trabajar en la formación y en la concienciación y dejar a un lado esa falsa percepción de ciberseguridad, que, en muchos casos viene provocada por que existe un gran desconocimiento. Igual que cuando sales de casa no dejas la puerta abierta, en internet tienes que poner una contraseña segura. Es de vital importancia trabajar en esa cultura de ciberseguridad.
Cada vez hay más gente mayor preocupada por verse excluida del mundo de la tecnología, que ahora forma parte de nuestra vida para absolutamente todo. ¿Qué estáis haciendo para evitarlo?
La Comisión Europea ha elaborado un informe sobre la Década Digital para cada uno de los estados miembros, que tienen por objeto hacer un seguimiento del desarrollo de la economía y sociedad digitales. El objetivo fijado para el año 2030 es que el 80% de la población tenga competencias digitales al menos básicas. En España estamos por encima de la media europea (el 64% de la población tiene competencias al menos básicas) y en lo que hay que trabajar ahora es en determinadas brechas que todavía existen entre algunos colectivos. Hablamos, entre otros, de personas mayores, del ámbito rural o con menores ingresos. En este sentido, se ha puesto en marcha un programa llamado Generación D que se enmarca en el Plan de Recuperación. Prevé una inversión pública de más de 3.700 millones de euros, financiados con los fondos europeos Next Generation?, para impulsar las competencias digitales de la ciudadanía y, en particular, de los colectivos más vulnerables. Yo soy optimista y estoy segura de que estaremos viendo sus frutos muy pronto.
“Muchas pequeñas empresas siguen pensando que a ellas nadie las va a atacar, y no se dan cuenta de que son la puerta de entrada para llegar a empresas más grandes”.
Últimamente se habla mucho también del problema de la escasez de mujeres en el ámbito STEAM. ¿Qué le dirías a una joven para animarla a dedicarse a esta área?
Está claro que la voz de más del 50% de la población tiene que estar ahí representada. Yo les diría que las profesiones vinculadas especialmente a la ciberseguridad tienen un enorme potencial de crecimiento. Hay una actualización constante, mucho dinamismo y flexibilidad, y estos son puntos que valoran muy positivamente las nuevas generaciones a la hora de buscar trabajo, en particular, las mujeres. A esto se suma que es un empleo de calidad y con salarios muy competitivos. Si hablamos, por ejemplo, de ciberseguridad, mucha gente tiene una visión falsa de lo que es trabajar en este sector. No son unos chavales con capucha sentados en un garaje. Somos muchas las mujeres que estamos trabajando y liderando en un sector muy dinámico y con mucho que aportar. Está claro que nuestras niñas tienen que estudiar aquello que les apasione, pero sin olvidar que la tecnología y la ciberseguridad son algo transversal a todos los sectores.
Después de una exitosa carrera en la empresa privada, ¿qué te llevó a pasarte al sector público?
En el sector público existe la necesidad de atraer talento, y en muchas ocasiones no es fácil, sobre todo cuando hablamos de tecnología. El salario es un hándicap a veces difícil de superar. En mi caso, cuando opté, allá por el año 2019, a una plaza como subdirectora del INCIBE, lo hice porque en ese momento quería formar parte del organismo. En la decisión había una parte de propósito, de querer contribuir, con el conocimiento que había adquirido en la empresa privada, a mejorar el nivel de ciberseguridad del país. Ahora llevo un año como directora del Observatorio, un puesto que me permite tener una visión más amplia, más transversal, de todo lo relacionado con la tecnología y lo que aporta a la sociedad. En este tipo de posiciones hay un componente de servicio público y de compromiso de querer contribuir desde dentro de la administración a generar información que ayude a tomar decisiones y a poner en práctica políticas públicas.
“Animaría a todo el mundo a ser mentor o a recibir mentoring, independientemente de la edad, porque en cualquier momento de tu vida puedes ayudar o ser ayudado”.
Eres cofundadora de Woman4Cyber Spain y responsable de su programa de mentoring. Se habla mucha de la importancia de la mentorización para las personas que reciben esa guía, pero ¿qué te aporta a nivel personal ser mentora?
Casi me atrevería a decir que te aporta más a ti que a la persona a la que estás mentorizando. El hablar de tu propia experiencia te hace reflexionar y también aprender de lo que has hecho. Por supuesto, también aprendes de otras experiencias. Esa es la magia del mentoring, que te empuja a seguir aprendiendo de los demás. Ahora estoy mentorizando a una chica que viene de fuera, y ver lo que viven algunas personas te hace poner los pies en la tierra. Animaría a todo el mundo a ser mentor o a recibir mentoring, independientemente de la edad, porque en cualquier momento de tu vida puedes ayudar o ser ayudado.
¿Dónde te ves en unos años? ¿Te gustaría seguir en la administración?
Por el momento solo llevo un año en esta posición y me gustaría seguir contribuyendo, desde aquí a generar conocimiento para el impulso de políticas públicas que incorporen una clara visión humanista de la transformación digital que no deje atrás a nadie y sitúe a las personas en el centro. Creo que aún me quedan muchos retos por delante en esta posición y algunos años para poder conseguirlos.