Inés Villa (AERA): “España es uno de los únicos diez países del mundo con capacidad para construir aviones y cohetes completos”
La directora gerente del clúster de Aeronáutica y Aeroespacial de Aragón es una de las finalistas de los X Premios MAS

En la última década, Aragón se ha convertido en un enclave estratégico para la industria aeroespacial de nuestro país gracias, en buena medida, a los aeropuertos de Zaragoza y, sobre todo, el de Teruel, un aeródromo único en España, sin pasajeros ni vuelos comerciales (es en realidad un hub industrial dedicado al estacionamiento, mantenimiento y reciclado de aviones), que ha conseguido atraer a importantes empresas del sector. Desde su posición como gerente de AERA, el clúster de Aeronáutica y Aeroespacial de la región, la misión de Inés Villa es potenciar todavía más el sector y promover su desarrollo en el tejido empresarial de su tierra.
Villa hizo Ingeniería Técnica Industrial (especialidad de mecánica) en la Universidad de Zaragoza y gracias a una beca Erasmus se marchó después a Holanda a completar su formación. “Me fui a estudiar eso que se llama mecatrónica, que entonces era un concepto un tanto nuevo. Mi abuela jamás supo exactamente en qué consistía. Luego estudié también robótica e hice allí mi proyecto de fin de carrera sobre energías renovables, que aquí en España todavía no era algo muy desarrollado”. De vuelta a España trabajó en la gestión de proyectos de I+D+i, en distintos sectores (construcción, movilidad, biomedicina, bioingeniería, etcétera) desde empresas, consultoras, universidades y centros de investigación. Esos años dieron para varias entradas en su currículum. “En España, el hecho de cambiar tanto de trabajo resulta extraño. Está muy bien visto en el extranjero, pero aquí todavía nos cuesta un poco. En empresas quizá más tradicionales puede despertar recelos. En mi caso, ha coincidido que he cambiado de ciudad o que he considerado que terminaba una etapa. A veces solamente quieres aprender cosas nuevas. Las ganas de aprender es una de las cosas que me hicieron estudiar ingeniería en primer lugar”, explica Inés Villa, una de las finalistas de los X Premios MAS en el apartado de Tecnología.
¿En qué situación está el sector aeronáutico y aeroespacial en España?
España es uno de los únicos diez países del mundo y los cinco europeos con capacidad para construir aviones y cohetes completos. Eso incluye desde arandelas a la tecnología más compleja de telecomunicaciones. En la última década, el sector aeronáutico ha crecido un 42% en nuestro país. Su facturación superaba los 13.000 millones de euros en valor antes de la pandemia. Ahora la cifra ronda los 11.500 millones, pero esperamos que en 2023 vuelva o incluso supere las cifras prepandemia.
¿Y qué peso tiene, a nivel económico y social, en concreto en Aragón?
En Aragón se facturan en torno a 1.300 millones de euros aproximadamente y del sector dependen unos 2.000 empleos directos y 5.000 indirectos. Lo más llamativo es que exportamos el 80% de toda la cadena de valor aeronáutica. Tenemos la suerte de contar con dos aeropuertos singulares, el aeropuerto de Teruel, que es un referente en el ámbito espacial para el mantenimiento y reparación de aviones, con unas empresas de primer nivel. Además, tenemos el aeropuerto de Zaragoza, un centro logístico que también es referente en España.
"En la última década, el sector aeronáutico ha crecido un 42% en nuestro país. Su facturación superaba los 13.000 millones de euros en valor antes de la pandemia. Ahora la cifra ronda los 11.500 millones, pero esperamos que en 2023 vuelva o incluso supere las cifras prepandemia".
¿Cómo trabajáis desde AERA para impulsar el sector en la región?
La asociación ha cumplido dieciséis años este 2023. Es el segundo clúster más longevo en Aragón y también es el más pequeño, porque este no es un sector atomizado, hay muchas empresas grandes. Lo que estamos intentando promover en este momento son los proyectos estratégicos, pequeños proyectos que den pistas de hacia dónde van las nuevas tecnologías y los grandes desafíos del aeroespacio, para que nuestras empresas puedan anticiparse a los cambios que se está viviendo en la aeronáutica y el aeroespacial en este momento.
¿Cuáles son esos retos?
Ahora mismo vemos hay tres grandes bloques. El primero es que necesitamos comunicaciones más seguras. Las telecomunicaciones son clave y la ciberseguridad es un must. En el sector aeronáutico la seguridad siempre ha estado muy garantizada, pero ahora existe la posibilidad de intervenir cualquier torre de control u ordenador. Otro bloque es la investigación de materiales para que sean más eficientes y sostenibles, pero también más ligeros y robustos. Investigar nuevas composiciones es importante, sobre todo, por la escasez de algunos materiales en la Tierra. El tercero sería el energético. El uso de combustibles nuevos, hidrógeno, la electrificación y otras tecnologías renovables podrían ser opciones para abastecer de energía a la infraestructura aérea, los aviones y lanzadores en un futuro.
Teruel y Zaragoza optaban a ser sedes de la Agencia Espacial Española y la Agencia de Supervisión de Inteligencia Artificial, que finalmente irán a Sevilla y A Coruña, respectivamente. ¿Qué habría supuesto para la región que se hubieran establecido allí?
Honestamente, un antes y un después para nuestra tierra. Podría haber sido una revolución: más crecimiento, más empleo y más visibilidad. Y la visibilidad ayuda a atraer talento e inversiones. Muchas empresas están eligiendo ahora Teruel porque una gran empresa de reparación y mantenimiento de aeronaves eligió nuestro aeropuerto. Otras muchas se instalaron después a su alrededor y eso está haciendo crecer todo el ecosistema. Una agencia estatal supone lo mismo. Pero nosotros seguiremos intentando cumplir nuestros objetivos. En Aragón somos muy tenaces. Hay una palabra, ‘rasmia’, que describe es fuerza que nos distingue.
Has citado el talento. ¿Tenéis dificultades para encontrar y sobre todo retener el talento necesario para que las empresas que operan allí sean competitivas?
A nosotros nos gusta más hablar de fidelizar que de retener. Pero sí, es el gran reto al que nos enfrentamos en este momento, y no solamente en Aragón, sino en todos sitios. Las empresas están creciendo tanto y tan rápido que se necesitan muchos perfiles de todo tipo. Programadores informáticos y perfiles tecnológicos, pero también torneros o fresadores. Desde el Gobierno de Aragón se están impulsando nuevos grados e intentando que las titulaciones se adapten a las necesidades que puedan surgir. Desde AERA también estamos trabajando en varias iniciativas para traer de vuelta a Aragón a la agente que se ha ido a vivir fuera.
¿Cómo están las empresas del sector aeronáutico y aeroespacial abordando la sostenibilidad?
Diría que a pasos agigantados. Esta es una industria cumplidora y muy eficiente. Cuando salieron las directivas europeas sobre emisiones, todas las grandes empresas crearon sus propios grupos internos de investigación. Se está trabajando en la lucha contra las emisiones de CO2 de la forma más ágil posible, planteando el uso de nuevos combustibles o de hidrógeno, que es una tecnología todavía compleja, pero por la que están apostando grandes empresas. Además, hay otras muchas tecnologías más de las que, por temas de confidencialidad, no se habla demasiado.