Las mujeres que llevaron al hombre a la luna
Su papel en la misión del Apolo 11 fue clave, aunque ignorado durante décadas

Este mes se celebra el cincuenta aniversario del viaje del Apolo 11, durante el que el hombre pisó la luna por primera vez. Y decimos hombre porque, a día de hoy, aunque son varias las mujeres que han viajado al espacio, ninguna ha llegado a poner un pie sobre ella, circunstancia que la NASA se ha propuesto subsanar (en mayo anunció que la misión Artemisa llevará a una mujer a la luna en 2024). Neil Armstrong se convirtió, el 21 de julio de 1969, en el primer ser humano en pisar la luna, pero detrás de este acontecimiento histórico hubo varias mujeres sin las que la misión del Apolo 11 no habría sido posible.
Margaret Hamilton
Es la programadora que desde el MIT desarrolló el software de vuelo que se utilizó en la misión del Apolo 11. Estudió matemáticas y aprendió a programar por su cuenta. Con tan solo 32 años desarrolló el programa que hizo posible el viaje a la luna. Trabajó minuciosamente para predecir todos los posibles errores que podían darse durante el alunizaje y así prevenirlos. De hecho, justo antes de que la nave de Armstrong y su tripulación se posase sobre la luna, un error bloqueó el ordenador con miles de datos, situación que Hamilton había previsto, de modo que su software pudo priorizar tareas y eliminar los datos accesorios. La fiabilidad de su programa hizo que se usara como base para misiones espaciales posteriores. Continúo trabajando para la NASA hasta 1986, cuando fundó su propia empresa de software. La mayor parte de su trabajo en la agencia espacial consistió en diseñar códigos y sistemas para el desarrollo de conceptos base para el diseño de software actual, como el software asíncrono o la programación de prioridad.

Katherine Johnson
Su historia se hizo conocida gracias a Figuras Ocultas, la película sobre las matemáticas negras que contribuyeron al éxito de las misiones espaciales estadounidenses. Johnson entró a trabajar a la NASA en los años cincuenta como computadora humana, calculando la trayectoria de las misiones espaciales. Fue la responsable de los cálculos que hicieron posible que el Apolo 11 completase satisfactoriamente su misión. Trabajó más de catorce horas diarias en el programa de retorno de la misión, conocido como Lunar orbit rendezvous. Johnson se encargó de los cálculos para sincronizar el Eagle (el módulo de aterrizaje) con el Columbia (el módulo de mando) y que así pudieran acoplarse para volver a la Tierra.

JoAnn Hardin Morgan
Fue la primera ingeniera en el Centro Espacial Kennedy y la única que estuvo presente en la sala de mando durante el lanzamiento del Apolo 11. Trabajó como controladora de instrumentación en los lanzamientos de las misiones anteriores, pero no fue hasta la del del Apolo 11 que pudo estar presente en la sala de control. Tenía 28 años. Trabajó en la NASA hasta 2003 desarrollando algoritmos y sistemas de datos para el procesamiento del lanzamiento de trasbordadores espaciales. También fue la primera mujer en ser nombrada ejecutiva senior en el Centro Espacial Kennedy.
