Mireia Roca (Domma): “Igual que se le ha quitado el estigma a la regla, hay que acabar con la vergüenza en torno a la menopausia”
Roca es cofundadora, junto a Cristina Martínez, de una de las marcas que está contribuyendo a cambiar el discurso sobre esta etapa

Se calcula que para 2025, mil millones de mujeres habrán entrado en la menopausia, una etapa de la vida que, con suerte, a todas las mujeres nos llegará, pero sobre la que todavía sabemos bastante poco. Cuando las barcelonesas Cristina Martínez y Mireia Roca se dieron cuenta de ese sinsentido decidieron fundar Domma, una empresa especializada en el tratamiento y acompañamiento de la mujer durante el climaterio. Domma ofrece productos (complementos alimenticios, sérums, infusiones, aceites esenciales y afrodísiacos), formulados sin hormonas, para combatir la sintomatología física y emocional que suele acompañar a esta etapa. Pero lo que distingue de verdad su propuesta es el acompañamiento personalizado que ofrece a sus suscriptoras, con el asesoramiento de una coach especialista en menopausia. También el trabajo que hace para derribar los tabús que aún hoy rodean al climaterio. “Ofrecemos mucho contenido a través, principalmente, de redes sociales. También charlas a cargo de nutricionistas, ginecólogos, psicólogos, expertos en sexualidad, etcétera. Para nosotras, la comunidad es una parte crucial del proyecto. A día de hoy la formamos casi 200.000 mujeres”. Su última iniciativa en este sentido es el lanzamiento de Desfógate, un espacio para que las mujeres puedan hablar y desahogarse de forma anónima. Este tipo de foros siguen siendo muy necesarios, a tenor de los resultados de una reciente encuesta realizada por la marca con la participación de 13.000 mujeres. Sus resultados indican que dos de cada tres españolas se sienten solas y no escuchadas durante esta etapa.
¿Cómo nace Domma?
Cristina y yo nos conocimos en 2020 trabajando en otra startup. Nos hicimos muy amigas y ambas sentíamos la necesidad de hacer algo juntas que tuviera un impacto real en la vida y la salud de la mujer. Las dos somos unas apasionadas del autocuidado, el bienestar, el yoga, la alimentación saludable, etcétera. Esto coincidió con la pandemia, que a todos nos afectó mucho, y con que Cristina, además, empezó a notar cambios hormonales y en su cuerpo que no entendía y que resultaron ser la premenopausia a los 40 años. Piensas que la menopausia es algo que les pasa a las mujeres de más de 50 y no eres consciente de los muchos cambios físicos y a nivel emocional que implica. Hay una falta de formación incluso entre la comunidad médica, lo que explica la sobremedicalización que existe. Sigue habiendo mucho tabú en torno a la menopausia, pero es una etapa más de la vida, como lo es la pubertad, y no debemos vivirla con vergüenza. De hecho, se ha convertido en la etapa más larga de nuestra vida, porque cada vez vivimos más años. Igual que se le ha quitado el estigma a la regla, hay que acabar con la vergüenza en torno a la menopausia.
¿Funcionáis por suscripción?
No todo es suscripción, te diría que en torno al 80%. Las mujeres pueden hacer una única compra si quieren, pero la suscripción tiene un beneficio económico y al final hablamos de tratamientos que son a medio-largo plazo. Nuestros productos buscan restablecer el equilibrio hormonal de forma natural, con lo cual necesitas un tiempo mínimo de tres meses y una continuidad para mantener el efecto.
¿Qué papel juega la comunidad de Domma?
Tenemos muy clara cuál es nuestra misión. Se trata de poner a la mujer en el centro y acompañarla de la mejor forma posible en esta etapa. De ahí la importancia de la parte de comunidad y de ser generosas con el contenido que ofrecemos. No estamos inventando nada, solo estamos dando respuesta a una necesidad que estaba ahí. Hemos dado voz a esas mujeres que necesitaban un espacio en el que sentirse apoyadas. Cuando una mujer normaliza la menopausia, la acepta y entiende lo que le pasa, la vive de forma totalmente diferente. En otras culturas, como la japonesa o algunas africanas, la menopausia se relaciona con un estatus social más alto, porque implica que has alcanzado la sabiduría.
“La menopausia afecta directamente a las mujeres, pero también los hombres, que la viven con sus parejas, sus madres, tías, hijas, compañeras de trabajo, etcétera”
¿Habéis notado un cambio en la conversación sobre la menopausia? Parece que ahora los medios y las marcas hablan más de ella.
Cuando en 2020 le decíamos a alguien que estábamos investigando sobre la menopausia, nos contestaba que no lo dijéramos muy alto. Mandábamos notas de prensa y los periodistas nos decían que les interesaba, pero no les dejaban hablar de eso. Ahora se habla más abiertamente del tema, en parte porque las mujeres de Hollywood les está dando más visibilidad. Aun así, queda mucho por hacer. Sigue habiendo muchos tabúes. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con menopausia y sexualidad. También hay que incluir a los hombres en el debate. La menopausia afecta directamente a las mujeres, pero también los hombres, que la viven con sus parejas, sus madres, tías, hijas, compañeras de trabajo, etcétera.
“En otras culturas, como la japonesa o algunas africanas, la menopausia se relaciona con un estatus social más alto, porque implica que has alcanzado la sabiduría”.
También está habiendo un boom de empresas que ofrecen productos y servicios para estas mujeres.
Es un mercado que crece. Hace unos años, el universo femtech estaba en pleno crecimiento con empresas relacionadas con la regla y la fertilidad, seguramente porque las fundadoras estaban en esa etapa de la vida y buscaban soluciones para ellas mismas. Con el paso del tiempo nos hemos ido haciendo mayores y encontrando otras problemáticas. Productos para la menopausia los ha habido toda la vida. Las farmacéuticas han estado toda la vida ahí, pero la economía de la menopausia se está modernizando.