“Me siento más cómoda trabajando con presupuestos decentes”
Lucía Alemany ha dirigido ‘Mari(dos)’, una comedia protagonizada por Paco León y Ernesto Alterio

Lucía Alemany debutó en el cine en 2019 con La inocencia, una interesante carta de presentación sobre el paso de la adolescencia a la vida adulta que obtuvo, entre otros reconocimientos, dos nominaciones a los Goya y otras siete a los Premios Gaudí. Tras realizar algunos trabajos para televisión como Élite: historias breves o 69 razones, la directora vuelve a las salas de cine con Mari(dos), una comedia protagonizada por Paco León y Ernesto Alterio, con un guion firmado por Pablo Alén y Breixo Corral. El filme, que se estrena hoy, gira en torno a dos hombres enfrentados por una mujer con la que, sin saberlo, han estado casados paralelamente. El objetivo de la directora era hacer una comedia con poso que explorara las distintas posibilidades de relaciones y familias. “Parece que el drama es más profundo y ahí se pueden tratar los temas trascendentales, dejando para la comedia lo banal. Y no tiene por qué ser así. Si ves toda la comedia del neorrealismo italiano, flipas. Mario Botticelli hablaba de los temas más trascendentales de ese momento, como tener a los trabajadores esclavizados trece horas en una fábrica. No sé muy bien cuál es la causa de que la comedia se considere algo banal o superficial. Es cierto que hay una tendencia a ello, pero no es mi caso”.
Esta película ha supuesto un cambio de registro respecto tu ópera prima. ¿Cómo ha sido pasar del drama a la comedia?
Difícil, no voy a negarlo. Sobre todo, difícil al inicio, porque no sabía si iba a ser capaz de dirigir una comedia. Cuando no has hecho nada así antes, obviamente es más complicado, pero tenía que hacerlo, porque era una oportunidad que no podía y no quería desperdiciar. Investigué mucho, me puse las pilas y miré un montón de comedias. Y, además, tenía la confianza de que Paco y Ernesto son unos maestros de la comedia. Me han ayudado mucho y me he valido bastante de su experiencia para todo. Ellos eran seniors y yo todavía soy novel. Igual que el equipo técnico. También tengo unos productores potentísimos que han hecho mucha comedia. Me lo pusieron fácil.
¿Con qué género te sientes más cómoda?
A día de hoy, no lo sé. Lo que sí sé es que me siento más cómoda trabajando con presupuestos decentes. De momento me quedo donde estoy, no vuelvo a otro sitio.

A diferencia de tu primera película, este guion no lo has escrito tú. ¿Qué te llamó la atención del proyecto?
El guion estaba muy bien escrito. Esto es, para mí, impepinable: no me voy a meter en una peli que no tenga un buen guion. Además, le pude dar mi toque. Acepté el proyecto pidiendo hacer ciertos cambios, sobre todo, para darle profundidad, ternura y tratar temas más trascendentales. Pero dicho esto, lo que me llamó la atención es que era de Mediaset, que tenía un buen presupuesto, que era cine comercial y que Paco León estaba en el proyecto.
¿Cómo valoras el momento que está viviendo el cine español, especialmente para las cineastas?
Se está notando un cambio. Creo que se están recogiendo los frutos después de tanta lucha y de tanta siembra. Es bonito ver que están funcionando las políticas de ayudas, por ejemplo. Y hay que mantenerlas, porque, obviamente, son necesarias. Reconocer que el camino recorrido ha valido la pena también es chulo. No hay que quedarse solo en lo que aún nos falta (y que claro que aún nos falta). La voz de las mujeres en la dirección es muy necesaria.
Entre otras cosas, todavía hay una gran diferencia de presupuestos entre las películas dirigidas por hombres y mujeres. ¿Por qué a la industria le cuesta confiar en las realizadoras para dirigir grandes producciones?
Creo que es algo que se está resolviendo. Seguramente, de no ser así, yo no habría dirigido esta comedia. Ahora también se les están dando a directoras películas potentes. Por ejemplo, Paula Ortiz, la directora de La novia, está dirigiendo ahora para Amazon Prime algo muy potente. A mí también me están ofreciendo, a través de Ruth Franco, que es mi representante, cosas con presupuestos grandes. Luego está que, independientemente de que seas hombre o mujer, te apetezca hacer una superproducción, porque a lo mejor no es tu estilo. En mi caso, yo quería entrar en el cine comercial, así que cuando se me abrió la puerta, metí el pie.
