Rebelde, provocadora, trasgresora y para nada convencional. Cualquier aficionado a la moda reconocerá al primer vistazo el estilo de la genial Vivienne Westwood (Inglaterra, 1941). La diseñadora introdujo el punk y la new wave en la moda mainstream, un estilo que surgió a principios de los setenta partir de su colaboración con Malcom McLaren, representante de los Sex Pistols y su pareja por aquel entonces, y que la convirtió en la reina del underground londinense.

Camisetas agujereadas con mensaje, collares de pinchos, piercings, cadenas de bicis y pins son algunas de sus señas de identidad. También la utilización  de los tradicionales tartanes escoceses. Sí, muchas de las tendencias que todavía se llevan tienen su origen en la británica.

El documental Westwood: Punk, Icon, Activist, dirigido por Lorna Tuck y estrenado en la última edición de Sundance, explora su vida, su faceta de activista y también de empresaria. Porque Viviennne Westwood fue también una emprendedora. Han pasado ya cuarenta años desde que abriera con McLaren la mítica Sex, la tienda en King’s Road que se convirtió en uno de los lugares más cool del Londres de la época, y después puso en marcha su propia firma.