Bagergue (Lleida)

Este idílico pueblo de montaña del Vall d'Aran se convierte en refugio de esquiadores y amantes de los deportes de nieve en invierno, pero cualquier época del año es buena para visitarlo. Sus calles están llenas de casitas de piedra que parecen sacadas de un cuento. No puedes dejar de visitar la Iglesia de San Feliú que data del siglo XIII, el santuario de Santa Margarita y el Corral, un antiguo corral rústico convertido en museo que muestra la vida cotidiana tradicional aranesa.

Mura (Barcelona)

Otro pueblo medieval con preciosas casas de piedra y tejados oscuros es Mura. Situado en el parque natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, es la mezcla perfecta entre naturaleza e historia. En su casco antiguo son de visita obligada la Iglesia de San Martín y la Ermita de Sant Antoni, que solo abre sus puertas el día de San Antonio de Pádua. También merece la pena visitar la casa-museo Puig de Balma, una masía del siglo XII que fue escenario de la película Pa negre.

Cadaqués (Girona)

Sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. En plena comarca del Alto Ampurdán se encuentra este antiguo pueblo pesquero que fue residencia de Salvador Dalí. De hecho, entre sus mayores atracciones se encuentra, al norte de la población, la casa-museo del pintor en la que se exhiben algunos de sus objetos personales. En el caso antiguo puedes perderte en el Castillo de San Jaime y la Iglesia de Santa María.

Rupit i Pruit (Barcelona)

Situados en la comarca de Osona, son dos pueblos en uno. Estos municipios fueron independientes hasta 1977, cuando se anexionaron para dar lugar a la preciosa población que hoy conocemos. Para conocerlos a fondo lo mejor es pasear por sus empedradas calles e ir descubriendo sus edificaciones medievales, algunas de las cuales fueron construidas en el siglo XVI. Tampoco puedes dejar de visitar sus iglesias románicas como la de San Miguel de Rupit o San Andrés de Pruit, o cruzar su famoso puente colgante medieval.

Miravet (Tarragona)

A una escasa hora de Tarragona encontramos Miravet, un bello pueblo a orillas del Ebro. En lo alto del municipio se erige su imponente castillo templario, declarado bien de interés cultural en 1988. Otros lugares que no deberías perderte son su iglesia vieja, construida en el siglo XVI, o el mirador de la Sanaqueta, que ofrece unas impresionantes vistas al río.

Beget (Girona)

En la comarca de Ripollés se esconde una de las joyas medievales de Girona. Esta localidad pertenece desde 2021 a la asociación ‘Los pueblos más bonitos de España’. Paseando por sus calles empedradas descubrirás ejemplos de arquitectura medieval y varios puentes. Entre sus edificaciones más importantes destacan la Iglesia de Sant Cristòfol de Beget, que data del XII, y la Torre del Reloj.

Horta de San Joan (Tarragona)

Horta de San Joan es especialmente conocido por albergar el Centro Picasso, un museo que homenajea al artista. De joven, Picasso pasó largas temporadas visitando a su amigo Manuel Pallarés en este pueblo, y el artista se enamoró de su entorno y sus paisajes, que inspiraron obras como La balsa de Horta o La fábrica de Horta de Ebro. No es de extrañar, su precioso casco antiguo, en el que se encuentra la plaza de Sant Salvador de Horta, fue declarado conjunto histórico-artístico en 1997.