7 pueblitos con encanto para una escapada de fin de semana
En ellos podrás empaparte de la belleza rural
Con menos de cuatrocientos habitantes, los pueblos de los que te hablamos hoy son perfectos para pasar un fin de semana descubriendo cada uno de sus rincones mientras respiras su tranquilidad y belleza. No te lo pienses dos veces y lánzate a disfrutar del turismo rural visitándolos.
Patones de Arriba (Madrid)
Aunque pequeño (solo tiene 45 habitantes), este pueblo madrileño alberga una gran belleza. Patones de Arriba es uno de los mejores y más representativos ejemplos de la arquitectura de pizarra negra y, además, el único en la Comunidad de Madrid. Pasear por sus empedradas calles es la mejor manera de conocer este pueblito. Es recomendable empezar la visita desde su población hermana, Patones de Abajo, y recorrer la conocida senda ecológica El Barranco, una ruta que te permitirá apreciar el entorno natural.
Alarcón (Cuenca)
Este precioso pueblo conquense está situado en un imponente enclave, en la cuenca alta del río Júcar. Es una de las localidades medievales mejor conservadas de nuestro país y fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1981. Recorriendo sus calles encontrarás murallas, iglesias y un castillo de origen árabe.
Valverde de los arroyos (Guadalajara)
Es posiblemente el más bonito de los conocidos como los pueblos negros de Guadalajara, que se caracterizan por el uso de piedra y pizarra tanto en su adoquinado como en su arquitectura. Además de perderse por sus preciosas calles, conviene disfrutar de la naturaleza que lo rodea. Merece la pena, por ejemplo, hacer una excursión a la Chorrera de Despeñalagua, una imponente cascada de más de 120 metros de altura.
Anento (Zaragoza)
Este pueblo zaragozano es uno de los más hermosos de nuestro país y un lugar ideal para pasar un par de días tranquilos disfrutando del aire libre y la naturaleza. Situado en la comarca natural de Campo Romanos, Anento está rodeado por un paraje de montañas arcillosas que dan color a sus edificaciones. Perderte entre sus estrechas y empedradas calles o realizar alguna ruta de senderismo son de las mejores cosas que puedes hacer en tu visita.
Mogarraz (Salamanca)
También en Salamanca, en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia, encontramos otro de los pueblos más bonitos de España. Su aislamiento ha propiciado que conservara su arquitectura y tradiciones. Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1998, entre sus monumentos destacan la Cruz de los Judíos del siglo XVII, la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves o la Ermita del Humilladero.
Pedraza (Segovia)
Su festival, conocido como la Noche de las Velas, se celebra durante los dos primeros fines de semana de julio y atrae a cientos de visitantes dispuestos a disfrutar de una noche de conciertos y un precioso despliegue de velas que llenan las calles. Pero no es ni mucho menos el único atractivo de este pueblo segoviano con poco más de 350 habitantes. Su plaza mayor es de las más bonitas de España, con antiguas casonas que datan del siglo XVI.
Bonilla de la Sierra (Ávila)
Esta villa medieval abulense, declarada Conjunto Histórico-Artístico, es perfecta para pasar un fin de semana rural. Durante varios siglos fue lugar de residencia de nobles y cleros, algo que se ve reflejado en muchos de los monumentos y edificios que se erigieron allí entre los siglos XIV y XVI. No dejes de visitar la Colegiata de San Martín y el castillo.