Los videojuegos son una de las formas de entretenimiento preferidas por los jóvenes (y no tan jóvenes), pero esta industria tiene todavía mucho que mejorar en lo que respecta a diversidad y representación de las mujeres. Es habitual que en los juegos falten personajes femeninos y que los que existen respondan a estándares de belleza poco realistas o estén fuertemente sexualizados.

Una reciente investigación de Dove, publicada en colaboración la ONG Women in Games y el Centre for Appearance Research (CAR), confirma que el 74% de las niñas desearía que los personajes femeninos en los juegos se parecieran más a las mujeres en la vida real y que los padres están preocupados por el impacto que esta representación tendrá en los jugadores jóvenes (se estima que el 60% comienza a jugar a videojuegos antes de los 10 años).

Por eso tomar cartas en el asunto resulta urgente. Dove, una marca que lleva décadas trabajando para cambiar las reglas de la belleza, ha puesto recientemente en marcha, en alianza con Unreal Engine (Epic Games) y la asociación Women in Games, el proyecto ‘Real Virtual Beauty’, con el fin de trasladar este propósito al ámbito del gaming. La iniciativa incluye una serie de compromisos y acciones para mejorar la representación de las mujeres en el ámbito virtual.