Las mujeres son más felices que los hombres. O al menos dicen serlo. Así lo indica una investigación de la economista Mallory Montgomery, de la Universidad de Southern California, a partir de los datos del Gallup World Poll, en el que participan personas de más de cien países. Cuando a las mujeres se les pidió que evaluaran el grado de satisfacción con su vida en una escala de 1 a 5, pusieron  una nota 0,03 puntos superior a la de  los hombres. Lo que no parece mucho, pero llevado a términos económicos equivaldría a ganar unos 3.000 dólares más  al año.

Curiosamente, las mujeres parecen no ser más felices en su día a día. Una de las preguntas de la encuesta pedía a los usuarios que dijeran qué emociones habían sentido el día anterior. Más mujeres dijeron haber tenido sentimientos negativos (dolor, preocupación, tristeza, estrés y rabia), aunque también haber reído o sonreído más. Montgomery también indica que las mujeres tienen, por lo general, un nivel de educación, salud e ingresos inferior al de los hombres. También más posibilidades de sufrir discriminación o violencia. Así que en teoría deberían sentirse menos felices.

No es un problema de autoengaño. Además de sobre sus propias vidas, a los encuestados se les pidió que puntuaran la vida de seis personas ficticias con distintos perfiles. Por ejemplo, una mujer de 40 años felizmente casada, con una buena vida familiar e ingresos medios. Pero con fuertes dolores de espalda que la mantiene despierta de noche. Las mujeres valoraron las vidas de estos personajes ficticios con una nota 0,04 puntos superior a los hombres. ¿Por qué? La (un poco deprimente) explicación de Mallory Montgomery es que es básicamente una cuestión de expectativas: “En general, las mujeres tienen menos aspiraciones que los hombres, y por eso es más fácil que logren sus metas”.