“El día que en la Primera División española haya una entrenadora, habremos conseguido la normalización”
Marian Otamendi es la directora de World Football Summit

Sevilla acogerá, los días 20 y 21 de septiembre, la séptima edición del foro internacional World Football Summit (WFS), uno de los eventos más importante de la industria del fútbol, cocreado y dirigido por la española Marian Otamendi desde 2016. En estos años el evento no ha parado de crecer. Ya lo han llevado Asia y África y su próximo objetivo es América. En la edición europea de este año participarán más de 150 ponentes y 3.500 asistentes. Allí se hablará de sostenibilidad, de tecnología, de nuevos formatos de competiciones y de nuevos modelos de propiedad de clubes. El fútbol femenino y las profesionales del sector también tendrán un papel importante. “Siempre tratamos de empujar el liderazgo femenino. El año pasado conseguimos que más del 30% de los ponentes fueran mujeres y este año vamos a fomentar un espacio de mujeres líderes de la industria”.
¿Cómo ve hoy el fútbol femenino?
La profesionalización ha sido fundamental, porque está permitiendo que se sienten unas bases, se mejoren los salarios, los premios, haya un mayor reconocimiento social y se cubran los partidos. Obviamente, los medios también tienen una gran responsabilidad a la hora de propiciar el crecimiento del fútbol femenino. El hecho de que Dazn haya apostado por él está ayudando a que se batan récords de asistencia en los estadios. Digamos que la bola de nieve está en movimiento y eso es muy importante. El año pasado fue el año de la visibilidad del fútbol femenino, y los siguientes tienen que ser los del crecimiento y la sostenibilidad. Muchos de los equipos femeninos en España dependen de los masculinos, pero deberían ser sostenibles por sí mismos. En ello están, creo que la Liga está haciendo un gran trabajo intentando que todos los clubes tengan su control financiero. Vamos por el buen camino.
¿Empieza esa visibilidad a traducirse en dinero?
Hay más dinero para pagar los salarios y se están firmando contratos importantes. La Liga ha comprado los derechos comerciales de la Liga F por 42 millones de euros, lo que quiere decir que cree las marcas van a ir entrando. La televisión también está trayendo ingresos, porque el fútbol femenino es un producto televisivo de interés y las audiencias aumentan. Todo esto hará que los ingresos vayan creciendo y con más ingresos se irá profundizando en esa profesionalización. Se estima que en esta década que tenemos por delante los ingresos del fútbol femenino se multiplicarán por seis. Es importante que el crecimiento sea sostenible y que se revierta parte de ese dinero hacia el fútbol base, porque no sirve de nada profesionalizar la parte alta de la pirámide si no propiciamos que más niñas jueguen al fútbol.
¿Cómo de masculinizada está la industria más allá del terreno de juego?
Absolutamente. ¿Dónde están las entrenadoras, las fisios, las psicólogas? El día que en Primera división haya una entrenadora habremos conseguido la normalización, pero todavía estamos a años luz. Una entrenadora en el Real Madrid es ahora mismo impensable. En las áreas de marketing y patrocinio sí hay bastantes mujeres, pero estamos claramente infrarrepresentadas en la dirección. Las juntas directivas de los clubes de fútbol son una cosa muy arcaica, solamente ves corbatas.
¿Qué impacto está teniendo la tecnología en la industria del fútbol?
Está haciendo que el consumo del fútbol se aleje de los patrones clásicos. Permite preguntar a los fans, escucharlos, conseguir que se involucren. La tecnología se usa y está impactando de forma positivo en el fútbol, pero lo cierto es que la industria no está siendo innovadora en este ámbito. Que esté más en su ADN quizá es otro de sus retos. Como dice el presidente de la Liga, el fútbol compite con el entretenimiento y el entretenimiento cada vez es más variado: plataformas como Netflix, los nuevos formatos, la Kings League, etcétera. El gran reto del fútbol es saber adaptarse, manteniendo su esencia, a lo que las nuevas generaciones demandan. Los jóvenes ya no quieren ir a ver un partido de fútbol tomándose una cerveza, quieren participar.
Habéis celebrado el WFS también en Asia y África. ¿Qué planes de futuro tenéis?
Desde el principio estaba nuestro plan estratégico hacer una edición internacional por trimestre y continente, y en ello estamos. Nuestro próximo gran reto es América, porque concluido el Mundial de Catar, el siguiente será el de México, Estados Unidos y Canadá. Hay que posicionarse ahí, porque en los siguientes cuatro años, la ventana de negocios y oportunidades estará en ese continente. En 2024 esperamos poder aterrizar por fin en América.