“Da gusto ver a tantas chicas ambiciosas empezando en el mundo del motor”
Belén García, piloto de automovilismo
El pasado fin de semana arrancaba la temporada deportiva para Belén García. La piloto catalana ha debutado en las Asian Le Mans Series, una exigente prueba mixta (compiten tanto hombres como mujeres) que plantea cuatro carreras de cuatro horas repartidas en dos fines de semana consecutivos, un reto que ha requerido de mucho trabajo de previo. Ella ha tenido, además, que compaginar esa preparación con la de los exámenes de la ingeniería telemática que estudia en Barcelona. García está, en cualquier caso, acostumbrada a los retos. Desde niña tuvo claro que su futuro pasaba por el deporte. “Mi padre había sido piloto de motos y mis padres, los dos, tienen una empresa de cronometraje”. A los 6 años recibió su primera moto de cross, pero como siempre ha sido menuda, a los 9 se pasó a los karts. Durante años compaginó el automovilismo con su otra gran pasión, el atletismo, pero finalmente acabó decantándose por la primera. En 2015 empezó a competir en el Campeonato de España de Karting y en 2019 debutó en la Fórmula 4 (fue la primera mujer en ganar una carrera europea en esta competición). Tras su paso por las W-Series, conocida como la ‘Fórmula 1 femenina’, Belén García ha decidido probar ahora en las pruebas de resistencia. Su próximo gran objetivo: participar el año que vienen en las 24 horas de Le Mans.
¿Cómo surgió la oportunidad de participar en las W-Series?
Me enteré a finales de 2018 de que las W-Series iban a arrancar al año siguiente. Yo acababa de terminar mi mejor temporada de karting en la categoría reina, y cuando vi esta oportunidad, les escribí. Como no tenía ninguna experiencia en monoplazas, me dijeron que ese año no podían cogerme, aunque seguirían de cerca mi progresión. Los resultados que tuve después fueron decentes, así que en el verano de 2019 me enviaron un mensaje por Instagram invitándome a la selección. Todo fue bien y me eligieron para 2020, aunque ese año no llegamos a correr por la Covid.
En las dos temporadas siguientes, en las que sí hubo competición, compartisteis algunos grandes premios con la Fórmula 1 masculina. ¿Cómo ha ayudado a la visibilidad de las W-Series?
Ha sido un gran escaparate para nosotras. Nos ha puesto en el panorama internacional y nos ha dado una visibilidad que no habíamos tenido. La verdad es que coincidir mucho con la Fórmula 1 no coincides, pero estás en el ajo.
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¿Qué opinas de que haya un campeonato exclusivamente femenino?
Creo que es una muy buena plataforma, porque, para empezar, yo no hubiera empezado en fórmulas si no hubiera tenido una oportunidad como esa. Aunque para mí el objetivo no son los campeonatos femeninos, se trata de que esto nos prepare y nos dé las herramientas para competir con todo el mundo, como hemos hecho siempre.
¿Volverás a las W-Series esta temporada o eso todavía está en el aire?
La verdad es que no tenemos noticias de momento. Lo que sí que ha salido es la F1 Academy, que tiene un planteamiento similar a las W-Series, pero con Fórmula 4, y creo que bastantes chicas de W-Series van a decantarse por ahí, pero yo en principio me muevo ya en campeonatos mixtos.
Cada vez hay más presencia femenina en el automovilismo. ¿Has visto una evolución desde que empezaste?
Sin duda, hace unos años no tenía a otras mujeres con las que hablar en el mundo del motor. Campeonatos como W-Series han ayudado a que muchas chicas empiecen y se formen. En el karting hay cada vez más que no están ahí solo para probar, sino para ganar y buscarse un futuro. Da gusto ver a tantas chicas ambiciosas empezando en el mundo del motor. Ahora hay también mucho público femenino. Es un cambio muy positivo para todos, hombres y mujeres.
Ahora estás participando en las Asian Le Mans Series, una competición de resistencia. ¿Cómo te preparas física y mentalmente para este tipo de pruebas?
En esencial, la preparación es más o menos la misma que he seguido para las W-Series y las fórmulas, aunque en este caso voy a estar dos horas seguidas en el coche en vez de media hora. Entreno tres días por semana. Son sesiones bastante largas y exigentes. Y también me preparo con un psicólogo, un nutricionista, un fisiólogo…, todos los aspectos que pueda más o menos controlar y tengan una influencia en las carreras.
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¿Qué será lo próximo? ¿Algún sueño que cumplir?
He cogido el camino de la resistencia con la idea de prepararme para competir el año que viene en las 24 horas de Le Mans. Es ambicioso sí, pero lo veo algo posible y por eso es un objetivo, no solo un sueño. Vamos a seguir trabajando para lograrlo.
¿Cómo llevas lo de compaginar el deporte con los estudios?
Se lleva mal, y quien diga lo contrario, está mintiendo. Vas balanceando para ver cuánto tiempo le dedicas a cada cosa, y al final nunca estás contenta porque nunca es suficiente. Hay que intentar encontrar el equilibrio y saber priorizar en ciertos momentos. Cuando he tenido exámenes les he dado prioridad y en cuanto los he acabado, me he puesto a tope con los entrenamientos y el simulador para preparar las siguientes carreras. Pero no es nada fácil.
¿Te ves dedicándote exclusivamente al automovilismo?
Solo algunos afortunados viven de este deporte, sé que es muy difícil. Aunque estoy intentándolo, nada me garantiza que yo vaya a ser uno de ellos. Por eso me gusta tener un plan B. El futuro dirá, pero yo tengo claro que quiero que mi vida esté ligada a las carreras. La empresa de mis padres también está metida en este mundo y estoy estudiando para trabajar con ellos.