Cómo convertirnos en agentes del cambio contra la mutilación genital femenina
Los profesionales socio-sanitarios y los medios de comunicación tienen un papel clave en esta lucha

Aunque la información que se maneja está en muchos casos desactualizada, se estima que más de 200 millones de mujeres en el mundo viven hoy con las secuelas de la mutilación genital femenina (MGF) y que unos 4 millones de niñas sufren cada año la amputación total o parcial de sus órganos genitales, una experiencia que acarrea terribles consecuencias, tanto físicas como psicológicas, y que las marcará de por vida. En España hay más de 70.000 mujeres procedentes de regiones en las que esta práctica está ampliamente extendida. La semana pasada, Save a Girl Save a Generation y Mundo Cooperante organizaron, con el apoyo del Ministerio de Igualdad, una jornada en Madrid que reunió a profesionales del sector socio-sanitario, a periodistas, activistas expertas en mutilación genital femenina y agentes de cambio del Programa Europeo Chain para compartir experiencias y avanzar en la mejora de la atención a las supervivientes y al tratamiento informativo que desde los medios se le da a la MGF. La conclusión es que queda mucho por avanzar en ambos terrenos. Faltan recursos, formación y también que acabemos de desterrar muchas de las ideas preconcebidas que tenemos sobre la MGF y sobre las supervivientes, mujeres que, en muchos casos, se han convertido en activistas y ahora trabajan por el cambio.
Al salir de sus comunidades y llegar a un país nuevo se encuentran con muchas dificultades: desconocimiento del idioma, de la cultura, miradas que las juzgan… También a un sesgo ideológico por parte de las instituciones y los profesionales que las atienden. Por ello es necesario crear espacios seguros, en los que puedan hablar y ser escuchadas. También contar con profesionales que las ayuden en el proceso. “Falta apoyo por parte de los gobiernos y ayuntamientos en aras de avanzar hacia un cambio. Las mujeres que llegan mutiladas sienten que se las trata de forma diferente. Buscan y necesitan apoyo psicológico, que alguien les diga que no están solas, que pueden salir adelante, que entre todos podemos hacer un cambio”, señaló Sulekha Ismail, superviviente y agente de cambio de Save a Girl Save a Generation. También resulta fundamental la figura de las mediadoras culturales, personas que hagan de traductores y, sobre todo, acompañen a estas mujeres porque, como explicó Koumba Sylla, facilitadora intercultural en UNAF, “la MGF es un tema tabú para muchas mujeres, sienten vergüenza al hablar de ello, y resulta mucho más sencillo tratarlo con una compañera que entiende tu situación”.
Para profesionales de la salud especializados en MGF, como la pediatra Inmaculada Sau Giralt, debe realizarse un mayor esfuerzo en el área de la intervención. “Los protocolos sirven si se utilizan adecuadamente. Sirven para el viaje, para que las niñas nacidas aquí viajen a los países de origen de sus familias y vuelvan sin mutilar. Pero no podemos usarlos justo en el momento antes del viaje. Es esencial que, desde el primer día en consulta, hables con los padres sobre el protocolo y su compromiso, que les dejes espacio para que lo reflexionen, para que te pregunten lo que necesiten. Cuando consigues convencerles de verdad, ellos mismos van a convencer a su familia en el país de origen, y van a ser también defensores de los derechos de estas niñas”.
En general, las supervivientes echan de menos una mayor comprensión y empatía, por parte de los profesionales sanitarios, pero también de los medios. Porque, como concluyó Sau Giral, “el silencio y la ignorancia también mutilan”. Las expertas incidieron en la importancia de que los medios hablen del tema más allá del 6 de febrero, el Día Contra la Mutilación Genital Femenina, y crear espacios de diálogo para favorecer el cambio. Porque, como indicó Asha Ismail, directora de Save a Girl Save a Generation, “para revelarte necesitas tener un espacio donde empezar tu lucha”.
Pero es habitual que los medios acaben cayendo en el morbo, la victimización y estigmatización de las supervivientes. Para la periodista de TVE Lucía Mbomío, no se debe perpetuar la narrativa única, porque la narrativa de dolor no es lo único que define a las mujeres supervivientes “y revictimizamos en muchas ocasiones a las personas a las que estamos entrevistando”.
Además de sus actividades en España, el equipo de Save a Girl en Kenia participará hoy en una jornada organizada por ACNUR y HIAS, junto con mujeres supervivientes de la MGF, organizaciones internacionales, líderes comunitarios y representantes del gobierno del ministerio de Género. Mañana, 7 de febrero, se llevará a cabo una charla, dirigida a hombres en exclusiva, con el objetivo de involucrar a los líderes religiosos de la comunidad en el apoyo a las mujeres que luchan contra la mutilación y comentar vías de colaboración para la erradicación de esta práctica. El encuentro está convocado por la organización Hessed y Save a Girl junto con MSF.