“¿Sabe usted cuál es la diferencia entre un político y una dama?”: los momentos más machistas de la historia política reciente
Lamentablemente, Ursula Von der Leyen no está sola

Ha vuelto a pasar. Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, sufrió este viernes un nuevo desplante machista, esta vez por parte del ministro de Asuntos Exteriores de Uganda, Jeje Odongo, que la ignoró descaradamente en el saludo protocolario que tuvo lugar durante la recepción a los líderes africanos que visitaban Bruselas para asistir a la sexta cumbre Unión Europea-Unión Africana. Odongo pasó delante de ella sin dignarse a mirarla y se dirigió directamente a Charles Michel, presidente de Consejo Europeo, y Emmanuel Macron, presidente de Francia, el país que ejerce la presidencia de turno de la UE.
El suceso nos trajo a todos a la memoria al famoso sofagate, el incidente de hace unos meses en el que Von der Leyen se quedó literalmente sin silla en una reunión con el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, y Charles Michel, que de nuevo volvió a quedarse en silencio en lugar de defender a su compañera. Su excusa, esta vez, ha sido que no vio nada. El que sí se dio cuenta del desaire sufrido por Von der Leyen fue Macron, que instó a Odongo a saludar a la presidenta de la Comisión Europea.
Por una vez (casi) todos los partidos se han puesto de acuerdo en criticar la actitud del representante del Gobierno ugandés y mostrar su solidaridad con Úrsula Von der Leyen. “¿De verdad? ¿Otra vez? Todo mi apoyo”, ha señalado a través de Twitter Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno. “Qué vergüenza seguir viendo este tipo de imágenes. Su actitud machista y extemporánea no solo desprecia a una mujer brillante sino a toda la Unión Europea”, ha indicado Begoña Villacís”. “Señora Von der Leyen, nos daremos todas la mano y haremos frente al machismo que nos discrimina y nos ignora”, ha dicho la exvicepresidenta Carmen Calvo. “Después de que haya permitido que la presidenta Von der Leyen sea humillada con un gesto machista por segunda vez deberíamos replantearnos la reelección de Michel. Además de eliminar techos de cristal hay que eliminar gestos machistas", ha denunciado el eurodiputado popular Esteban González Pons.
La que de momento no se ha pronunciado es Ursula Von der Leyen, que después del incidente de Turquía sí denunció haberse sentido “herida y sola, como mujer y como europea” por la actitud de Erdogan y de Michel.
Más que simples anécdotas, estos incidentes demuestran que ni ser una de las mujeres más poderosas del mundo te protege del sexismo, y que en el ámbito político, como en tantos otros, el machismo y la misoginia perduran. Bien lo sabe Hillary Clinton, que lleva lidiando con ellos casi toda su vida, desde su primera aparición pública en 1992 acompañando a su marido y especialmente a partir de 2008, cuando se postuló como candidata a la presidencia de Estados Unidos. Todavía se mueve en internet el vídeo de un discurso de campaña en el que Clinton fue interrumpida por un hombre que gritaba sin parar: “¡Plancha mi camisa! ¡Plancha mi camisa!”. Imperturbable, Clinton le respondió que precisamente era por personas como él que ella se presentaba a presidenta.
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Política de cookiesVer en youtube.comCuando en 2010 Julia Gillard se convirtió en la primera ministra de Australia sabía que el hecho de ser la primera mujer en el cargo supondría un desafío añadido, pero en entrevistas posteriores ha reconocido que no era consciente de lo que se le venía encima. De hecho, su condición de mujer fue el principal argumento en su contra utilizado por la oposición. Soportó ataques a su físico e infinidad de comentarios desdeñosos por no estar casada ni tener hijos. "Cualquiera que haya optado por permanecer deliberadamente estéril no tiene idea de lo que es la vida", llegó a decir un senador australiano. Pero los principales ataques le vinieron del entonces líder de la oposición, Tony Abbott (después primer ministro), que incluso se plantó delante de sendos carteles que calificaban a Gillard de “bruja” y “zorra” en una manifestación frente a la sede el Parlamento. No es de extrañar que la primera ministra acabara montando en cólera en un discurso ante la Cámara que se hizo viral: “Este hombre no me dará lecciones sobre sexismo y misoginia”, aseguró. “Si quiere saber cómo es la misoginia en la Australia moderna, no necesita una moción en la Cámara de Representantes, necesita un espejo”. Años después, el famoso cartel que rezaba, literalmente, “deshágase de la bruja” fue vendido por su creador como una “parte de la historia política australiana” que ayudó a derrocar al gobierno laboralista de Julia Gillard.
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Política de cookiesVer en youtube.com“¿Sabe usted cuál es la diferencia entre un político y una dama?”, Así comenzaba el chistecito que se marcó en 2011 el entonces presidente chileno Sebastián Piñera. “Cuando el político dice que ‘sí’ quiere decir ‘tal vez’, cuando dice ‘tal vez’ quiere decir que ‘no’ y cuando dice que ‘no’, no es político (…) Cuando una dama dice que ‘no’ quiere decir ‘tal vez’, cuando dice ‘tal vez’ quiere decir que ‘sí’, cuando dice que ‘sí’ no es dama”, concluía una broma por la que hasta sus ministras le exigieron disculpas. Incluso su mujer admitió que el chiste era “viejo y un poco anacrónico”.
En 2017, cuando Piñera volvía a postularse como presidente, demostró una vez más su falta de gusto con otra bromita fuera de tono en un acto de campaña: “Bueno muchachos, me acaban de sugerir un juego muy entretenido. Es muy sencillo: todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y todos nosotros nos tiramos encima y nos hacemos los vivos”.
En 2012, Cécile Duflot, ministra de Vivienda francesa, tuvo la osadía de ponerse un vestido estampado de flores para intervenir ante la Asamblea Nacional. El vestido (por lo demás bastante comedido) fue celebrado con gritos y silbidos por parte de la oposición. “Damas y caballeros. Obviamente más caballeros que damas", comenzó su discurso la ministra. "He trabajado en el sector de la construcción y nunca había visto algo así. Esto te dice algo sobre algunos parlamentarios. Pienso en las mujeres casadas con estos trogloditas”, dijo después. El museo de Artes Decorativas de París le pidió en 2017 a Duflot el vestido para una exposición sobre moralidad y vestimenta. La exministra lo cedió como símbolo del “sexismo en política”.
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Política de cookiesVer en youtube.comEn España la lista de incidentes y comentarios machistas a cargo de políticos también es larga…y no hace falta remontarse a los tiempos del franquismo. Quizá el que más perlas de este tipo nos ha dejado es Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid desde 1995 hasta 2015. "Es una chica preparadísima, hábil y discreta. Cada vez que veo esa cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir”, aseguró cuando nombraron a Leire Pajín ministra de Sanidad. Sobre su rival en las elecciones municipales de 2007, la socialista Soraya Rodríguez, dijo en un mitin: “Cualquier día dicen que he violado a la candidata, pero la verdad es que hay que…”, dejando en suspenso la frase para poner en duda el atractivo de su rival (y provocar las carcajadas del público asistente). León de la Riva fue también quien llamó “señorita Pepis vestida de soldado” a la fallecida Carme Chacón, primera mujer en ser nombrada ministra de Defensa.