Cuando Greta conoció a Malala
¿Alguien duda todavía de que el futuro será femenino?

Una lucha por detener el cambio climático, la otra por defender el derecho a la educación de niñas y mujeres. Una es sueca, la otra, pakistaní. Y aunque pudiera parecer que, por origen y circunstancias, poco podrían tener en común, hay algo más importante que las une: su voluntad de cambiar las cosas.
Malala Yousafzai y Greta Thunberg se conocieron ayer en la Universidad de Oxford, donde la activista pakistaní estudia Filosofía, Política y Economía. Thunberg está en el Reino Unido para participar este viernes en una protesta en la ciudad de Bristol y ha aprovechado para visitar la universidad y hablar con algunos de sus estudiantes sobre la crisis climática. Y de paso, para conocer también a su "modelo a seguir".
En 2012, cuando tenía 15 años (ahora tiene 22), Malala Yousafzai fue tiroteada por los talibanes cuando regresaba de la escuela por hacer campaña a favor de la educación de las niñas, un derecho por el que ha seguido luchando tras el atentado. Dos años después recibió el Premio Nobel de Paz, convirtiéndose en la persona más joven en lograrlo. “Es la única amiga por la que dejaría de ir a la escuela", dice el mensaje con el que ha difundido la foto de su encuentro con Greta Thunberg.
She’s the only friend I’d skip school for. pic.twitter.com/uP0vwF2U3K — Malala (@Malala) February 25, 2020
Hace dos años, la activista sueca comenzó a saltarse las clases de los viernes para protestar frente al parlamento de su país por su pasividad en la protección del medio ambiente. Así nació Fridays for Future, el movimiento estudiantil que ha obligado al mundo a tomar conciencia de la amenaza que supone el cambio climático y ha marcado la agenda política, consiguiendo que muchos gobiernos hayan hecho de esta preocupación una de sus prioridades.
Malala Yousafzai y Greta Thunberg son las dos adolescentes más influyentes del mundo, y parecía cuestión de tiempo que acabaran conociéndose. El pasado septiembre, la primera mostró su apoyo a la causa de la sueca. “Estoy muy feliz de ver que las mujeres jóvenes de todo el mundo lideran el movimiento climático. Gracias a chicas como tú, Greta Thunberg, por usar tu voz, decir la verdad a la autoridad y alentar a otros jóvenes a hacer lo mismo”, escribía.
Nadie puede negar que han conseguido remover conciencias. Cada una en su estilo, han demostrado que los jóvenes, especialmente las jóvenes, son la fuerza que puede cambiar el mundo. Como ellas, una nueva generación ha alzado la voz para denunciar las injusticias sociales, políticas y medioambientales. Y lo más importante, están haciendo algo al respecto. La ONU ya habla de la juventud como “la fuerza motriz que necesitamos para lograr un desarrollo sostenible y asegurar la paz mundial”. En ese grupo está también Emma González, una de las supervivientes del tiroteo en un instituto de Parkland, convertida en el rostro de la lucha por el control de armas. O Nadia Murad, la joven que se ha propuesto llevar ante la justicia a los responsables del Estado Islámico que masacraron al pueblo yazidí (su esfuerzo fue reconocido con el Premio Nobel en 2018). O Sonita Alizadeh, una de las principales voces contra el matrimonio infantil (ella consiguió escapar de dos matrimonios concertados). O Jazz Jennings, la adolescente que ha dado visibilidad a las jóvenes trans. A ellas y a otras como ellas les dedicamos la portada del octavo número de nuestra revista en papel. ¿Alguien duda todavía de que el futuro será femenino?