Señores que explican cosas
Historias de mujeres que conviven con el ‘mansplaining’ a diario

Patricia Fernández de Lis es la redactora jefe de Ciencia y Tecnología de El País y la directora de Materia. Lleva más de veinte años informando sobre economía, ciencia y tecnología. Empezó su carrera en el diario de Prisa y en 2007 se incorporó al equipo fundador de Público como redactora jefe de su admirada sección de Ciencias. En abril de 2011 recibió el premio Mario Bohoslavsky por la contribución del periódico a la lucha contra las pseudociencias. Ahora dirige la web de noticias de ciencia Materia, asociada a El País desde hace seis años. Desde entonces es también redactora jefe de Ciencia y Tecnología del diario.
Basándonos en su experiencia y el reconocimiento que ha logrado a lo largo de su carrera, no sería descabellado concluir que Fernández de Lis algo sabe sobre estos temas, lo que no es óbice para desde que se dedica a la comunicación científica haya soportado que vengan “señores a explicarme la ciencia y la tecnología. Todos estamos a merced de listillos, trolls y haters pero no, la displicencia no la sufren todos. La sufren ellas”. Lo ha contado ella misma en un hilo de Twitter en el que señala que lo que le molesta no es leer otras opiniones o puntos de vista, sino más bien la actitud y el estilo de algunos de los comentarios que recibe.
No tengo ni idea de muchas cosas y me equivoco en otras muchas. Pero no soporto es que me hablen en tono condescendiente y paternalista. Ayer, porque no hice bien un titular ("reconócelo, no pasa nada"), hoy porque no he entendido una noticia ("pero yo te explico"). pic.twitter.com/ZvmAXgVPwx — Patricia Fernández de Lis (@pflis) June 24, 2019
Por eso ha tomado la decisión de plantarles cara y bloquear a partir de ahora a quien le haga mansplaining.
A diario leo por aquí a mujeres listas, profesionales, que llevan años trabajando en lo suyo, tratando de razonar con señores anónimos que creen saber más que ellas del trabajo que ejercen. Pues bien, yo digo BASTA. DON'T FEED THE MANSPLAINER pic.twitter.com/a1vPSVGhgO — Patricia Fernández de Lis (@pflis) June 24, 2019
Pero Patricia Fernández de Lis no está sola. Al hilo de lo que ha contado, otras mujeres se están animando a compartir en Twitter sus experiencias con el mansplaining, ese neologismo acuñado por Rebecca Solnit que ha puesto nombre a la costumbre (en realidad vieja como el mundo) que tienen algunos varones de explicar algo a alguien, normalmente una mujer, dando por hecho que sabe más del tema que ella….cuando a menudo no es así. Del mansplaining, como del manterruption, no está a salvo nadie. Para muestra algunos ejemplos:
Soy diseñadora. Una vez un señor secuestró una reunión que yo había convocado con mi equipo para explicarme A MÍ un diseño que YO había hecho. Lo desmenuzaba paso a paso mientras me miraba fijamente para asegurarse de que yo lo entendía...🤦???🤦???🤦??? flipé tanto que no supe reaccionar https://t.co/1UcQszgNMj — Almudena M. Castro (@puratura) June 25, 2019
Soy comercial. Me paso media vida en el coche, pero me dirigen los aparcamientos, sobretodo en talleres... Además estoy en el sector d la pintura decorativa. Q va a enseñar una mujer Y ADEMÁS RUBIA! a un pintor q lleva 30 años pintando? Ni t imaginas los comentarios q recibo... — Evitafrombcn (@evitafrombcn) June 25, 2019
Si te contara la de señoros que vienen a explicarme lo que es Wikipedia, cómo funciona y que las mujeres sólo sabemos quejarnos en lugar de editar... Me ha pasado por aquí y en vivo y en directo. Se guillotina poco, compañera, lo llevo diciendo mucho tiempo ;-) — Patricia Horrillo (@PatriHorrillo) June 25, 2019
Ánimo! A mi me han llegado a decir que qué se yo de ecología, y tras informar que algo sé porque soy doctora en ecología, la respuesta fue “ pues no aprendiste nada, vuelve a hacer la tesis”. Ae! con un par. — Sara (@sweetllaceria) June 25, 2019
En todos los ámbitos. Cuando eres directora de Doctorado y preguntan por el director suponiendo que eres la secretaria. Cuando eres presidenta y en la mitad de los emails te llaman José María invirtiendo tus nombres. Cuando ni se les pasa por la cabeza que tú eres la Catedrática — María José Guerra (@mjguerrapalmero) June 24, 2019
Muy fan, Patricia.Tras 20 años como novelista y dramaturga,he tenido que escuchar que no cambiar una escena era un “error de principiante”. — Vanessa Montfort (@vanessamontfort) June 25, 2019
En informática es una plaga. Hay mucho tipo que mezcla testosterona con PowerPoint. — Benjamí Villoslada (@benjami) June 25, 2019
Buen hilo. Reconocible para cualquiera de nosotras en todas las actividades. Por supuesto, también en la política. — Puri Causapié (@PuriCausapi) June 25, 2019
“Hay personas de ambos géneros que aparecen de repente en cualquier evento para pontificar acerca de cosas irrelevantes y con teorías conspirativas, pero la total confianza en sí mismos que tienen para polemizar los totalmente ignorantes está, según mi experiencia, sesgada por el género. Los hombres me explican cosas, a mí y a otras mujeres, independientemente de que sepan o no de qué están hablando. Algunos hombres”, escribe Rebecca Solnit en su ya clásico ensayo Los hombres me explican cosas. “Todas las mujeres saben de qué estoy hablando. Es la arrogancia la que en ocasiones lo hace difícil para cualquier mujer en cualquier campo; es la que mantiene a las mujeres alejadas de expresar lo que piensan y de ser escuchadas cuando se atreven a hacerlo; la que sumerge en el silencio a las mujeres jóvenes indicándoles, de la misma manera que hace el acoso callejero, que este no es su mundo. Es la que nos educa en la inseguridad y en la autolimitación de la misma manera que ejercita el infundado exceso de confianza de los hombres”.
Efectivamente, algunos de comentarios publicados a raíz de lo expuesto por Fernández de Lis reflejan la inseguridad y la indefensión que sienten muchas mujeres que sufren mansplaining, sobre todo si es en el lugar de trabajo.
Mil gracias por el hilo. Ayer me ocurrió, y además fue acompañado del tono y gesto ‘tengo 20 años más que tú, y seguro que esto no lo sabes’. Y no supe cómo reaccionar para no crear mal ambiente en una reunión en la que yo era minoría. ¿Qué es mejor hacer? — Itxaso Domínguez (@itxasdo) June 25, 2019
Tengo un cliente que por ser un altísimo ejecutivo se cree con el permiso de llamarme "mi niña" y de decirme cómo debo hacer mi trabajo. No puedo responderle como me gustaría pero mi tono de voz le muestra el camino...(siempre manteniendo la educación y la profesionalidad) — Almudena (@Halmu) June 25, 2019
Habrá que piense que es una de esas cuestiones poco importantes, una más de las muchas exageraciones de las feministas, pero, como apunta Solnit, de lo que esta costumbre habla en realidad es de la falta de credibilidad de las mujeres, y en este mundo, “la credibilidad es una herramienta de supervivencia”. Sirve, por ejemplo, para obtener una orden de alejamiento o para atreverse a denunciar una violación. Por eso, concluye, “decirle a alguien, categóricamente, que él sabe de lo que está hablando y ella no, aunque sea durante una pequeña parte de la conversación, perpetúa la fealdad de este mundo y retiene su luz”.