Manterruption. Dícese de la costumbre,  al parecer bastante extendida entre el género masculino, de cortar innecesariamente el discurso de la mujer. El fenómeno está bien documentado y hay ejemplos célebres. Uno de los últimos, los debates de las elecciones estadounidenses. Solo en el primer cara a cara, Donald Trump interrumpió a Hillary Clinton 51 veces, frente a las 9 ocasiones en las que ella cortó su discurso.

Pasa en la política, el mundo de la empresa, la ciencia, la medicina y en casa. Según un estudio publicado en el Journal of Language and Social Psycology, los hombres interrumpen un 23% más a las mujeres. Puede parecer anecdótico, pero al final contribuye a minar la confianza de algunas y las desanima de participar en la conversación. En las reuniones de trabajo, por ejemplo, ellas hablan un 75% menos.

Para crear conciencia sobre la cuestión, la agencia brasileña BETC Sao Paulo ha creado una aplicación que permite a las mujeres saber cuántas veces son interrumpidas por un hombre o, en el caso de los hombres, averiguar si lo hacen. Porque en muchos casos es un acto involuntario. “Queremos que los hombres se pregunten a sí mismos: ¿estoy haciendo esto sin ni siquiera darme cuenta?”, explica Gal Barradas, fundadora y co-CEO de la agencia. “Después de todo, ¿de qué sirve que haya más mujeres en la sala de reuniones si nadie escucha lo que tienen que decir?”