Casi el 35% de las mujeres de la India son analfabetas. Allí es habitual que las niñas se vean obligadas a abandonar la escuela antes de tiempo, sobre todo si vienen de familias desfavorecidas. En estos casos, explica Isabel Martínez, responsable de comunicación de Sonrisas de Bombay, las chicas sufren una triple discriminación (por mujeres, pobres y menores). “Esto las sitúa en un marco de desprotección. En las casas donde hay dificultades económicas y hay que elegir quién puede seguir estudiando, siempre se elige a los hijos varones. También pueden ser vendidas a redes de explotación laboral o de prostitución. Y corren el riesgo de ser casadas muy jóvenes, porque en India, a más edad, mayor tiene que ser la dote, así que las familias pobres prefieren casar a sus hijas cuanto antes, a veces siendo menores de edad. Se juntan una gran cantidad de factores, sociales y económicos que ponen en riesgo a estas niñas”.
La oenegé está ahora mismo llevando a cabo una campaña de crowdfunding para lograr becas que permitan a veinticinco niñas procedentes de slums, los barrios más pobres de Bombay, seguir estudiando o volver a hacerlo en caso de que lo hayan dejado. Esta iniciativa se encuadra dentro del proyecto Girl, un programa más amplio que pretende garantizar la educación de niñas y jóvenes de entre 6 y 15 años de esos barrios marginales. “No solo trabajamos con ellas”, dice Martínez, “también lo hacemos con su entorno. Es fundamental para ir cambiando las mentalidades”. Romper con esas dinámicas familiares y culturales que apartan a las niñas de los estudios por cuestiones de su género y concienciar a la sociedad de lo importante que es mantenerlas escolarizadas es el objetivo. Se trata de que valoren la educación como medio para que lleguen a ser autosuficientes y pueden labrarse un futuro. En la actualidad, y según datos del informe Focus Bombay: la India de las más valientes, la tasa de incorporación de la mujer al mundo laboral es solo del 28,8% (la de hombres es del 82,14%)
El proyecto Girl se desarrolla, en colaboración con asociaciones locales, en dos líneas: el sistema de becas escolares para que las niñas pobres puedan continuar sus estudios y un programa de empoderamiento para ayudarlas en su desarrollo educativo y personal. Se llama Life Skills Empowerment y trabaja con las adolescentes para potenciar sus capacidades y la confianza en sí mismas. También las ayuda a conocer sus derechos, algo vital, porque, como recuerda la portavoz de Sonrisas de Bombay, “si no conoces tus derechos, no puedes defenderlos”.
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Política de cookiesVer en youtube.comAunque la educación de las niñas es uno de los focos de la actividad Sonrisas de Bombay, no es el único ámbito en el que trabaja. La onegé fue fundada en 2005 por el periodista y escritor Jaume Sanllorente tras un viaje de vacaciones a la India que le cambió la vida. Desde su creación, la asociación se ha centrado en la lucha contra la pobreza, la promoción de los Derechos Humanos y la igualdad de oportunidad en las zonas más depauperadas de la ciudad.