No son países para mujeres
Estas son las diez naciones más peligrosas del mundo para el género femenino (y Estados Unidos está en la lista)
La Fundación Thomson Reuters ha realizado un estudio para saber cuáles son los países más peligrosos del mundo para las mujeres. Para ello ha contactado con 548 expertos en cuestiones de género (incluyendo trabajadores de oenegés, expertos en desarrollo y ayuda humanitaria, personal sanitario, académicos, periodistas, etcétera) y les ha pedido que valoraran la situación de la mujer en seis áreas: atención sanitaria, acceso a recursos económicos, prácticas culturales y religiosas, violencia sexual, violencia no sexual y tráfico humano. Ya lo hicieron hace siete años, y entonces Afganistán, República Democrática del Congo, Pakistán, India y Somalia resultaron ser los peor valorados. Ahora lo han repetido para saber si la situación ha cambiado, ampliando, además, la lista a diez países. Son estos:
India
No solo vuelve a aparecer en el ranking, sino que tiene el dudoso honor de situarse en cabeza. El país obtiene la peor nota posible en violencia sexual (incluyendo violaciones habituales en el entorno familiar o a manos de extraños, la falta de respuesta de la justicia ante estos casos o el acoso y la coerción sexual), tráfico de personas (matrimonio forzado y esclavitud sexual, servidumbre doméstica, etcétera) y prácticas culturales arraigadas como los ataques con ácido, la mutilación genital, el matrimonio infantil o el infanticidio femenino. La India también obtiene calificaciones bajísimas en salud (altas tasas de mortalidad materna, ausencia de políticas de planificación familiar, etcétera), discriminación (sus ciudadanas tienen acceso limitado a la educación, el mercado laboral y los derechos de propiedad o herencia).
Afganistán
A pesar de que han pasado diecisiete años desde el derrocamiento del régimen talibán y de haber recibido miles de millones en ayuda externa, Afganistán es el sitio más peligroso del mundo para las mujeres en tres áreas concretas: violencia y abuso doméstico, sistema sanitario y acceso al trabajo y la tierra. El informe recuerda que Naciones Unidos ha acusado a este estado de permitir la brutalidad contras las mujeres al no perseguir los crímenes violentos contra ellas. En muchos casos, las afganas permanecen confinadas en el hogar.
Siria
Tras siete años de conflicto, el país está devastado por la guerra, que ha destruido la red de servicios estatal y matado a más de medio millón de personas. Se calcula que en torno 6,1 millones se sirios viven desplazados en su propio país y 5,5 millones más se han refugiado en estados vecinos. Sumados representan más de la mitad de la población del país (18 millones).
Somalia
Otro país arrasado por la guerra. Somalia lleva desde principios de los noventa inmersa en un conflicto que enfrenta al estado con el grupo fundamentalista al-Shabaab, que mantiene bajo su control amplias zonas rurales. Naciones Unidas estima que aproximadamente la mitad de los 6,2 millones de habitantes del país viven en situación de emergencia. Como suele pasar en situaciones de crisis o de vulneración de derechos humanos, ellas se llevan la peor parte. El informe destaca especialmente la falta de acceso a cuidados sanitarios y los riesgos que sufren debido a usos culturales como la mutilación genital o los matrimonios forzados.
Arabia Saudí
Puede que sea un país con enormes recursos económicos, pero la mayoría de las saudíes no tienen acceso a esa riqueza. En los últimos tiempos ha habido gestos de supuesta apertura como la reciente eliminación de la prohibición de conducir o las medidas para aumentar la presencia femenina en la fuerza de trabajo (ahora son solo el 19%). Pero las política de segregación de género que existe en muchos lugares de trabajo y el hecho de que las mujeres necesiten permiso de un pariente masculino para viajar, casarse y otras actividades habituales limitan enormemente sus posibilidades. Últimamente el gobierno saudí ha ocupado titulares en la prensa de todo el mundo por el arresto y encarcelamiento de activistas por los derechos de las mujeres.
Pakistán
Las cifras oficiales indican que una de cada tres pakistaníes sufren violencia física a mano de sus maridos, aunque las estimaciones informales son mucho más elevadas. Cada año son asesinadas centenares de mujeres y niñas por familiares varones que las consideran responsables de faltas que dañan la dignidad de la familia. Son los llamados ‘crímenes de honor’, con los que se castigan a mujeres que hacen cosas como confraternizar con un hombre o casarse con quien quieran.
República Democrática del Congo
Las onegés indican que este está siendo el peor año de la historia para las mujeres y los niños del país en lo que se refiere a abusos sexuales. Esto, en el Congo, un país en el que la violencia es endémica y los ataques con machete y las violaciones en grupo son armas habituales para aterrorizar a la población, es mucho decir.
Yemen
Arabia Saudí y su enemigo acérrimo regional, Irán, llevan casi tres años enfrentados en un conflicto que ha matado a más de 10.000 personas, desplazado a tres millones y situado al país al borde de la hambruna.
Nigeria
La población nigeriana ha sufrido asesinatos, violaciones y torturas durante los nueve largo años de enfrentamientos entre los militares y Boko Haram. El país más poblado de África saca pésimas notas en lo que se refiere a prácticas culturales o violencia sexual contra las mujeres, pero destaca especialmente (para mal) en el asunto del tráfico humano. Es, empatado con Rusia, el cuarto país del mundo en el que las mujeres tienen más posibilidades de caer en manos de redes de trata de blancas. Decenas de miles de nigerianas han sido traídas a Europa para ser explotadas sexualmente.
Estados Unidos
El único país occidental incluido, los Estados Unidos de Trump, cierran este triste ranking. Es el décimo país en términos generales, pero el tercero (empatado con Siria) si hablamos de violencia sexual. El análisis se realizó después de que escándalo Harvey Weinstein y el movimiento #MeToo sacaran a la luz el problema del acoso en el país, que tampoco obtiene notas muy alta en el apartado de violencia y abuso físico y mental contra las mujeres.