El fútbol, de vuelta
Los JJOO demostraron que hay vida más allá del fútbol (el masculino), pero ya se nos está olvidando
Lo del deporte español es como lo que contaban de las beatas que cometían uno y mil pecados y liberaban su conciencia con la confesión y la penitencia para volver a pecar a sus anchas. Aquí la confesión se produce cada cuatro años. Hay una fecha sagrada, la de los Juegos Olímpicos, que nos pone en nuestro sitio y que nos recuerda que a) en el deporte, el fútbol no es lo primero y (b) que en el deporte, como ocurre en otros sectores de la sociedad, la mujer es una campeona.
Entonces nos rasgamos las vestiduras. Durante unos días. He escuchado en la radio auténticas confesiones periodísticas a las que les faltaba el cilicio y el golpe de pecho, culpándose de no hacer caso ni a los otros deportes ni a "las" deportistas. He leído editoriales en la prensa generalista con idéntico argumento. He leído críticas por el tratamiento androcéntrico y en ocasiones claramente machista de las noticias concernientes a las olímpicas, y por cierto a nivel internacional. Y qué. Podríamos ahorrarnos comentarios, quejas y autoinculpaciones y pasar directamente a la acción, a la de poner las cosas en su sitio, o lo que es lo mismo tener en cuenta no solo otros deportes más allá del fútbol, sino a las deportistas que están demostrando un alto rendimiento. Es más eficaz y educativo. Porque cuando en los medios de comunicación se da a la mujer (o al hombre) el papel que realmente ostenta en la sociedad y merece, esa sociedad las (los) mira, siente, entiende y valora, lo que equivale a sumar ladrillos en los cimientos de una igualdad de condiciones real, más allá de leyes.
Solo escribiré una frase (larga) para recordar que de las 17 medallas que España se ha traído de Río 2016, 9 han sido para las deportistas (4 de oro, 3 de plata y 2 de bronce) españolas, frente a 8 para la sección masculina. Desearía no tener que hacer esta distinción; sería una prueba más de haber superado traumas y diferencias. Pero creo que hacerlo tampoco es para darse con el cilicio de la mala conciencia sexista. Al fin y al cabo estamos hablando de un trabajo constructivo por la igualdad. Y es así y en todas partes y sectores. En Estados Unidos, por ejemplo, las tres máximas líderes de las empresas PepsiCo, General Motors e IBM, Indra Nooyi, Mary Barra y Ginni Rometty, respectivamente, han firmado un acuerdo para reducir la brecha salarial, siguiendo los designios de Barack Obama y que aspira a dejar encauzada la solución a esta injusta diferencia en los salarios de hombres y mujeres como parte de su legado en su paso por la presidencia estadounidense.
Volviendo al deporte, hago un barrido por los diarios deportivos y generalistas post olimpiadas y, salvo resumen de resultados el día D (de después), constato que la contrición es mínima, lo que equivale a fútbol, fúrrrbol, fuuuúrbol, sin necesidad de explicar que se trata del de toda la vida, del de macho man, que el de ellas sigue sin llegar a la home, a la primera plana. Nos han dado triunfos la gimnasia rítmica, el atletismo, el piragüismo, la natación, el bádminton, la halterofilia, el baloncesto, y no clasifico por géneros, y el resultado a nivel mediático es que el fútbol sigue ostentando el cetro de deporte rey. Esperemos que las audiencias multitudinarias de "los otros" acaben imponiendo en quienes deciden contenidos mediáticos que hay vida deportiva más allá de su imperio.
Y por cierto la oportunidad se brinda desde ya, que aún es tiempo de verbenas. Porque empiezan los Juegos Paralímpicos (7-18 de septiembre) Río 2016. Y no sólo es que la delegación española haya viajado con la intención de comerse el mundo, con la intención de superar la marca anterior de 42 medallas en Londres, sino que la máxima estrella paralímpica española aspira a igualar en el medallero a Michael Phelps, con sus 28 medallas olímpicas. Hasta ahora estaban igualados a 22. Y el hecho convertía a la nadadora zaragozana Teresa Perales en nuestra olímpica líder, por encima incluso de Nadal, dicho todo ello con mi respeto y admiración hacia súper Rafa, en la deportista de élite más galardonada en los Juegos Olímpicos. O sea en un ídolo.
En las portadas la espero.