Casi la mitad de los hombres piensan que las capacidades relacionadas con la IA son “intrínsecamente masculinas”
La mayoría también considera “masculinas” otras aptitudes como la innovación, la agilidad o el análisis de datos

Se conoce como ‘síndrome de impostor’ a la sensación de fraude que experimentan algunas personas que han alcanzado cierto éxito o estatus y que tienen la sensación de no merecer sus logros, atribuyéndolos a la suerte o a factores externos en lugar de a la propia capacidad. Tiene que ver con los estereotipos de género y la falta de confianza en una misma, y tradicionalmente ha afectado más a las mujeres, aunque esto podría estar cambiando. Así al menos parece indicarlo los resultados de un reciente informe sobre género y liderazgo realizado por la consultora Capgemini en el que han participado 2.750 altos directivos (con una muestra igual de hombres y mujeres) de once países. Entre otras cosas, la encuesta revela que hay cada vez más paridad entre cómo ambos géneros perciben su propio desempeño y habilidades.
El informe confirma que tanto los hombres como las mujeres en posiciones de liderazgo poseen un nivel de preparación equivalente y la mayoría (77%) de los encuestados considera que ellas son tan eficaces como ellos en roles de liderazgo. Esto representa un cambio respecto a tendencias históricas, que mostraban que no solo los hombres, sino también las propias mujeres solían subestimar sus capacidades. Los datos de este año muestran que el 58% de las mujeres identifica la confianza en sí mismas como una fortaleza clave, una cifra muy similar a la de los hombres (59%). Además, el 68% de los encuestados destaca que contar con más mujeres en puestos de liderazgo mejora el desempeño empresarial.
Sin embargo, los datos también revelan que los estereotipos de género persistentes siguen influyendo en la percepción de los atributos y habilidades de liderazgo, especialmente en capacidades técnicas. En particular, se observó que la mayoría de los hombres afirman que aptitudes críticas de liderazgo para el futuro, como el uso de IA y automatización, innovación, agilidad o análisis de datos, son “intrínsecamente masculinas”. La mayoría de las mujeres las conciben como no relacionadas con el género o inherentemente femeninas (36%) en el caso de la innovación, lo que evidencia una brecha significativa en la percepción.
Esta desconexión es especialmente evidente en el caso de la IA y la automatización. Casi la mitad de los hombres encuestados perciben estas habilidades como masculinas, mientras que una proporción igual de mujeres las considera neutrales en lo que respecta al género. No obstante, tres cuartas partes de los líderes coinciden en que la competencia en IA es crucial para avanzar en roles de liderazgo, aunque ambos grupos reportan una confianza relativamente baja en su conocimiento técnico, y menos de la mitad de los encuestados —45% de las mujeres y 47% de los hombres— estima que el uso de IA y automatización constituye una fortaleza clave. Este estereotipo de género persistente en torno a destrezas críticas para el futuro podría no solo reforzar los sesgos existentes, sino también amenazar con ampliar aún más la brecha de liderazgo.
“A medida que tecnologías como la IA continúan transformando el entorno empresarial, los líderes, independientemente de su género, deben contar con las habilidades necesarias para impulsar y guiar el futuro de sus funciones”, indica en un comunicado Sarika Naik, directora de responsabilidad corporativa y miembro del comité ejecutivo del grupo. “Es fundamental reconocer que los estereotipos de género distorsionan la percepción de las competencias de liderazgo y, en consecuencia, influyen en la progresión profesional de ejecutivos, tanto hombres como mujeres. Si no se abordan, estos sesgos pueden ampliar la brecha de género en la fuerza laboral. Las organizaciones deben trabajar para eliminar estos prejuicios mediante una mayor capacitación e intervenciones sistemáticas intencionadas, con el fin de construir culturas de liderazgo verdaderamente inclusivas”.
El informe revela, además, que el 53% de las mujeres líderes siente haber experimentado un sesgo negativo en su remuneración debido a su género. Por el contrario, el 40% de los hombres líderes siente haber recibido una ventaja salarial debido a su género. Más allá de las recompensas económicas, la brecha persiste en términos de ascensos. Poco más de la mitad (52%) de los líderes coincide en que tanto hombres como mujeres tienen las mismas oportunidades de ascenso en su organización. Además, el 39% de los encuestados coincide en que las mujeres cualificadas a menudo no son consideradas para puestos de liderazgo en sus organizaciones actuales.