Microsoft prueba la jornada laboral de cuatro días y aumenta su productividad un 40%
El ensayo, desarrollado en su sede de Japón, es de momento solo eso, un ensayo
¿Te imaginas que el fin de semana empezase el jueves al salir del trabajo? Pues para los empleados de Microsoft Japón ese sueño se hizo realidad en agosto. Durante todo el mes, el gigante tecnológico decidió probar en sus oficinas de Tokio la semana laboral de cuatro días, dándoles los viernes libres a sus 2.300 empleados, que siguieron cobrando lo mismo. Para conseguir el objetivo se limitó la duración de las reuniones a un máximo de 30 minutos y se animó a los trabajadores a comunicarse a través del chat de la empresa.
A decir de la empresa, los resultados del experimento Work-Life Choice Challenge no pueden ser más positivos. Los trabajadores no solo dijeron sentirse más felices (un 92% manifestó su agrado con la iniciativa), sino que también fueron más productivos. Hasta el punto de que la productividad de la empresa aumentó un 40% en relación al mismo mes del año anterior. Además del aumento de la productividad, el uso de electricidad en la oficina disminuyó un 23% y los empleados imprimieron un 59% menos páginas durante la prueba.
El de Microsoft Japón no es el único experimento de este tipo que se ha hecho. El año pasado, una empresa de gestión patrimonial de Nueva Zelanda probó la semana laboral de cuatro días durante seis semanas y tras ver sus buenos resultados, decidió implementar esta política de forma permanente.
Un informe de este mismo año del think tank británico Autonomy Institute concluye que no existe una relación directa entre la cantidad de horas trabajadas y la productividad. “Trabajar hasta la extenuación no tiene sentido comercial. Reducir la jornada de los trabajadores no conduce necesariamente a un detrimento del éxito de una empresa. Esto significa que en muchos casos no habría justificación para recortar los salarios en la misma proporción que las horas trabajadas, ya que la productividad puede mantenerse o incluso incrementarse”, aseguran los autores.
La reducción de la jornada laboral es un debate social que surge de forma recurrente en países como Reino Unido o Alemania. Francia se situó a la vanguardia en este terreno al reducir a 35 horas la jornada semanal en el año 2000. En España, Más País ha incluido en su programa la reducción de la jornada laboral, sin pérdida de salario, a 32 horas semanales, es decir, a cuatro días. También Podemos ha propuesto fijarla en 34 horas. En la actualidad, la legislación española contempla un máximo de 40 horas de trabajo semanales, aunque los convenios sectoriales pueden reducir ese tope.
Un estudio publicado por Adecco en marzo indica que la posibilidad de conciliar es para los españoles la variable más importante a la hora de valorar un trabajo, por delante del ambiente, el salario o los beneficios sociales. Y, sin embargo, dos de cada tres trabajadores de nuestro país dicen tener problemas para compatibilizar su trabajo y su vida personal y familiar.
