La agencia de viajes que descubre el mundo a través de sus mujeres
Hablamos con Alice Fauveau, la fundadora de Focus on Women
Hace diez años, cuando empezaba lo peor de la crisis, Alice Fauveau, economista, experta en lujo, viajera apasionada y cantante de ópera aficionada, dejó el sector en el que trabajaba, el financiero, para apostarlo todo a su sueño: fundar una agencia de viajes que, además de proponer un modelo diferente, más personalizado y exclusivo, ayudara a dar visibilidad a las mujeres de otras culturas, algo que, dice, “no existía todavía en el mundo del turismo. Montar una agencia de viajes en la que, aparte de hacer turismo, se ayudase a las mujeres e empoderarse y se enseñase la cultura de la mujer, parecía una propuesta mucho más enriquecedora para todas nosotras”.
Focus on Women diseña viajes a diferentes regiones (Vietnam, Camboya, Armenia, Turquía, India, Nueva York, Malta, Madagascar, Etiopía, Irán, Omán, Cerdeña, Cuba, etcétera) para grupos pequeños (hasta diez personas) en los que una mujer destacada por su actividad y conocida por su relación con la cultura local ejerce de cicerone, mostrando a las viajeras (o viajeros, también pueden ir hombres) los lugares más recónditos del lugar y sus costumbres, lejos de los circuitos convencionales. Cada recorrido incluye encuentros y experiencias con la población femenina del país: reuniones con escritoras, músicas, intelectuales, deportistas, etcétera, y visitas a proyectos sociales.
La duración de los viajes va desde los cuatro hasta los dieciocho días y, lógicamente, no es turismo low cost: el rango de precios oscila entre los 1.000 euros del viaje a Marrakech a los 6.500 euros de la ruta por Japón con Rosa María Calaf de cicerone. La empresa dona el 7% de sus beneficios netos anuales a proyectos de apoyo a la mujer y la infancia.

¿Cuál fue el primer destino al que viajasteis y cómo fue la experiencia?
El primero fue Marrakech, ya que me parecía un destino con mucho potencial desde el punto de vista de la mujer. Les mandé un mail a todas mis amigas para hacer un viaje piloto y acabaron apuntándose, aunque muchas no se conocían de nada. Esa experiencia en 2009 fue la prueba de que un viaje cultural entre mujeres puede ser un éxito y servir para hacer nuevas amigas. Además recuerdo que coincidió con el Aid, la fiesta del Cordero, una de las celebraciones musulmanas más importantes, pero en lugar de suponer un obstáculo, eso hizo el viaje todavía más interesante por la gente que conocimos.
Focus on Woman propone viajar sola, pero acompañada. Sinceramente, ¿hay todavía sitios en el mundo en los que moverse resulte difícil o peligroso para una mujer?
En determinados destinos es mucho más seguro viajar en grupo con otras mujeres. Sin embargo, nuestra propuesta no se basa solo en la seguridad, sino sobre todo en la posibilidad de hacer turismo experiencial y de inmersión cultural, de salirse de los circuitos turísticos y poder interactuar con la gente local. Se basa en la autenticidad del viaje, en detenerse, disfrutar y sentir lo que está pasando a tu alrededor. Cada uno de nuestros destinos se diseña con todo el respeto y cuidado, tanto hacia el lugar a visitar como hacia la seguridad de nuestras viajeras. Una de las principales obligaciones de FOW es asegurar que nuestras propuestas no incluyan destinos potencialmente peligrosos o con riesgo de conflicto. En todo caso, es algo imposible de controlar eso al 100% por lo que siempre estamos pendientes del panorama internacional para tratar de adelantarnos en lo posible a cualquier incidencia.

¿Por qué viajar sola (o al menos con gente a la que no conoces) es una experiencia beneficiosa?
Te da la oportunidad de vivir una experiencia de vida muy atípica en un viaje. Y esto lo convierte en algo muy especial. Los miles de mujeres y algún hombre (con espíritu femenino) que se han animado a probar los viajes de Focus on Women vuelven fascinadas, ya que no solo hacen amigas de su país con las que pueden viajar posteriormente, sino que establecen vínculos y redes de contacto con mujeres de la otra punta del globo. Imaginaos lo que puede suponer conocer a mujeres que hacen sumo en Japón, compartir una tarde con directoras de cine en Marruecos o un encuentro con la ‘Steve Jobs turca’. Son experiencias que nunca se olvidan.
La realidad de las mujeres en algunos de los países en los que trabajáis es tremendamente dura: sin derechos, sometidas a violencia física y sexual, matrimonios forzosos, etcétera. ¿Hasta qué punto profundizáis en esas realidades?
Nuestra propuesta cuando vamos a un país es que aparte de hacer visitas culturales, se conozcan a anfitrionas locales (músicos, artistas, empresarias, deportistas, etcétera) que muestren a las viajeras la visión femenina de su cultura, de su país, de su ciudad y te cuenten sus propios proyectos e ilusiones. Esta experiencia es algo que no tiene precio. Estamos hablando de una experiencia de vida, de gente real y de autenticidad. Hemos creado una comunidad de más de 10.000 mujeres en el mundo, ayudando al empoderamiento de muchas de ellas y creando una opción real de turismo para todas aquellas mujeres que quieran viajar solas.
