Pedid, aunque seguramente no se os dará
En contra de la creencia popular, las mujeres sí piden aumentos de sueldo, pero no se los conceden
Existe una idea muy extendida sobre la brecha salarial, y es que se debe en buena medida a que las mujeres no se atreven a pedir aumentos de sueldo, bien sea por falta de ambición, por miedo a molestar a sus jefes o a ser consideradas demasiado agresivas.
Pero una investigación desarrollada por Cass Bussiness School, la Universidad de Warwick y la Universidad de Wisconsin (las dos primeras son británicas y la última, estadounidense) indica que, en realidad, las mujeres piden tantos aumentos como sus compañeros, pero ellos tienen un 25% más de posibilidades de conseguirlos. “Las mujeres piden, pero no reciben”, dice textualmente el estudio.
La investigación se centra en Australia, porque es el único país que tiene datos sobre los incrementos salariales que se solicitan y si son concedidos. En concreto, analiza los casos de 4.600 trabajadores de 840 empresas, y concluye que la brecha salarial no es consecuencia de que las mujeres no exijan lo que creen que les corresponde, sino de que cuando lo hacen, no reciben respuesta.
“Esperábamos encontrar pruebas que apoyaran esa vieja teoría de que las mujeres son menos ambiciosas que los hombres”, reconoce Andrew Oswald, profesor de Economía en Warwick y uno de los autores del estudio. “Viendo los datos, creo que tenemos que aceptar que existe un elemento de pura discriminación”.
La buena noticia es que parece que las cosas están cambiando. Según Amanda Goodall, profesora de la Cass Bussiness School, “las mujeres de menos de 40 años están negociando sus sueldos con más éxito que las de más edad”. En cualquier caso, queda mucho para acabar con la brecha salarial, que en España es del 18,8%, según el Eurostat. Es el sexto peor dato de la Unión Europea. La media de desfase salarial en la UE es del 16,1%