La compañía opera en setenta países. ¿La evolución ha sido similar a nivel global o depende del mercado?

Aunque la tendencia global se inclina hacia un consumo más consciente, la evolución varía mucho de un país a otro. Cada mercado tiene sus particularidades culturales, sociales, económicas, etcétera. Hay países donde la preocupación por el impacto al medioambiente o la calidad del agua está muy asentada, y en cambio hay otros que no lo consideran una prioridad. Por otro lado, vemos algunos mercados, como, por ejemplo, España, donde se puede observar un crecimiento paulatino en los últimos años, que nace de una mayor conciencia ambiental y la tendencia de querer ser más saludable y sostenible. Además, fenómenos como la sequía, las inundaciones o los cambios en la composición del agua están acelerando esta preocupación. En algunas regiones cada vez es más frecuente recurrir al agua procedente de desalinizadoras, lo que incrementa el interés por soluciones que garanticen sabor y calidad de forma constante. Todo ello hace que la filtración de agua cobre aún más relevancia como opción fiable, práctica y sostenible.

¿Cómo de concienciado está el consumidor español sobre el impacto del agua embotellada?

Desde Brita vemos una evolución muy positiva. Cada vez más personas cuestionan sus hábitos y buscan alternativas más sostenibles y prácticas, como el agua filtrada. No se trata de demonizar el agua embotellada, sino de abrir una conversación sobre los beneficios que tiene el agua filtrada: menos residuos plásticos, más comodidad y, por supuesto, una excelente calidad del agua. La realidad es que queda camino por recorrer, pero las señales de cambio son claras. Hoy sabemos, por ejemplo, que un 22% de los consumidores están cambiando activamente su comportamiento para comprar de forma más sostenible. Este grupo de población está creciendo y actualmente representa una oportunidad notable. Ese insight demuestra que la sociedad está preparada para avanzar hacia hábitos más conscientes.

La compañía tiene una posición muy dominante en su mercado. Pero ¿os preocupa la proliferación de sistemas de filtrado similares?

La competencia siempre es positiva porque acelera la categoría. A pesar de las continuas innovaciones y novedades del sector, nuestro foco se mantiene en cómo podemos seguir aportando valor a quienes confían en nosotros y seguir liderando desde la innovación y la experiencia. Para ello, no nos centramos en un solo producto, sino que ofrecemos un portfolio completo de soluciones que se adaptan a distintos estilos de vida, necesidades y preferencias. Desde nuestras icónicas jarras filtrantes, que, para muchos es su primer producto hacia un consumo de agua más sostenible, hasta innovaciones como los sistemas que se instalan fácilmente en los grifos e incluso grifos con filtro incorporado. También tenemos botellas filtrantes, pensadas para quienes están en constante movimiento y quieren disfrutar de un agua de gran sabor, estén donde estén. Esto es lo que realmente nos inspira: crear soluciones que encajen tanto en hogares minimalistas como en familias numerosas, deportistas o personas que buscan diseño y conveniencia. Esa capacidad de individualizar la experiencia del agua es uno de los pilares de nuestro futuro.

¿Cómo ha evolucionado el perfil del consumidor en los últimos años?

Los consumidores son cada vez más conscientes, más exigentes y están más informados. Ya no busca solo agua de calidad: busca experiencias de hidratación alineadas con su forma de vivir. Además, vemos una evolución muy marcada en los consumidores más jóvenes. Según un estudio que hemos realizado este mismo año, el 86% afirma que intenta ser auténtico en su día a día, aunque un 64% siente que muchas veces su entorno no se lo permite. Esta necesidad de expresarse tal y como son también se refleja en cómo consumen: valoran más que nunca la coherencia, la sostenibilidad y la posibilidad de tomar decisiones que tengan un impacto positivo real. En este contexto, hemos ampliado nuestra gama de productos para ofrecer una gran variedad de opciones que se adaptan a todas las necesidades.

Cada vez más cafeterías y restaurantes ofrecen agua filtrada. ¿Habéis notado un incremento de la facturación procedentes del sector profesional?

Sin duda. El sector B2B está mostrando un interés creciente por soluciones de filtrado que no solo mejoren el sabor del agua tanto para el cocinado o la elaboración de bebidas, sino que también cuiden los equipos, optimicen procesos y se alineen con prácticas sostenibles. Cada vez estamos más presentes en cafeterías, restaurantes, panaderías y otros espacios de la hostelería. Nuestro crecimiento en este segmento se debe a las continuas innovaciones que realizamos ampliando nuestra cartera de productos. Además, ofrecemos soluciones que acompañan el desarrollo de te canal, como formaciones especializadas, una app para profesionales que ayuda a seleccionar el filtro adecuado y avisa del momento del recambio, y un programa de reciclaje que permite reutilizar la mayoría de los componentes de nuestros cartuchos, reforzando nuestro compromiso con la economía circular.

¿Estáis explorando nuevos canales de distribución o alianzas estratégicas para seguir creciendo?

Parte de nuestro crecimiento sostenido viene de estar muy atentos a cómo, dónde y por qué el consumidor toma sus decisiones. Y eso implica dedicar esfuerzos y observar cómo evolucionan los consumidores respecto al consumo de agua y hábitos sostenibles, además de pensar continuamente en cuál es la mejor manera de acercarnos a ellos. Trabajamos con una red diversa de distribución, especialmente con grandes superficies, que son un punto de contacto clave con el consumidor. En este sentido, también estamos apostando por estrategias de retail media que nos permiten comunicar mejor en el propio punto de venta y acompañar al consumidor en el momento en el que decide cómo quiere consumir agua. Nuestro objetivo es que los consumidores tengan toda la información para decidir cómo quieren consumir agua y puedan elegir una solución más sostenible, práctica y consciente como es el agua filtrada. Esto, nos permite estar más cerca de las personas, en los lugares donde toman las decisiones más cotidianas como es comprar agua.

Recientemente presentasteis un filtro para bebidas calientes. ¿En qué otras innovaciones estáis trabajando?

La innovación está en el ADN de Brita, y lo estará aún más en el futuro próximo. Efectivamente, el año pasado lanzamos el filtro Maxtra Pro Experto en Cal, especialmente pensado para bebidas calientes como el té o el café. En este tipo de bebidas, el agua es el ingrediente principal (representa más del 98%) y, por tanto, su calidad influye directamente en el sabor y el aroma. Para quienes prefieren bebidas frías, también ofrecemos el Maxtra Pro Pure Performance, que ofrece una filtración excelente reduciendo las sustancias que alteran el sabor, como el cloro. En febrero de este año también presentamos Brita Cube, un dispensador de agua que no solo filtra el agua a temperatura ambiente, sino que la calienta en segundos. Con cinco niveles de temperatura predefinidos, este producto está especialmente pensado para elevar la experiencia de quienes disfrutan de preparar infusiones o cafés en casa.

Llevas al frente de Brita Iberia desde 2018. ¿Qué aprendizajes te ha dejado la gestión del negocio durante y después de la pandemia?

La pandemia marcó un antes y un después, no solo para la compañía, sino también para mí como directora general. Fue una etapa exigente y llena de incertidumbre, ya que supuso un gran reto, pero también fue una oportunidad para evolucionar como equipo y como compañía. Vimos cómo muchas personas, al pasar más tiempo en casa, empezaron a buscar soluciones más prácticas para su día a día. En ese contexto, nuestros productos respondieron a una necesidad muy importante: tener agua de calidad de manera más accesible para no tener que realizar compras frecuentemente. Esa conveniencia hizo que más consumidores se decantaran por soluciones Brita. Más allá del negocio, puedo decir que esta situación me permitió aprender el valor de la resiliencia del equipo, de la escucha activa hacia el consumidor y de la capacidad de adaptarnos rápido sin perder de vista nuestra visión a largo plazo. Fue también una etapa donde la empatía y la flexibilidad pasaron a ser herramientas estratégicas y esos aprendizajes han quedado muy integrados en nuestra cultura como empresa y en nuestra forma de trabajar.