La escultura de una vulva gigante desata la polémica en Brasil
Casi un año han tardado veinte personas en fabricarla a mano

Diva es el título de una instalación artística ubicada en las montañas del municipio de Água Preta, en el estado de Pernambuco, al noreste de Brasil, que está dando mucho que hablar en el país y en todo el mundo. Se trata de una pieza encuadrada en la corriente land art, una hendidura excavada en la tierra de 33 metros de altura, por 16 de ancho y 6 de profundidad, cubierta de hormigón y resina en distintos tonos de rojo. Su construcción, realizada a mano por veinte artesanos (al parecer no se pudieron utilizar excavadoras en el proceso), se prolongó durante once meses.
La responsable es la artista visual Juliana Notari, que en una publicación de Facebook ha explicado que la escultura tiene la intención de inspirar un diálogo sobre “la problematización del género” y cuestionar “la relación entre la naturaleza y la cultura en nuestra sociedad occidental falocéntrica y antropocéntrica”. El comunicado de presentación de la obra destaca que desde 2003 esta artista trabaja con la anatomía femenina para provocar discusiones en torno a los tabúes sexuales impuestos a las mujeres.
Desde luego debate está generando en esta ocasión, porque desde la presentación de la escultura hace unos días se han publicado decenas de miles de comentarios en redes sociales sobre ella, tanto a favor como en contra. Algunas críticas se refieren a la conveniencia de exhibir genitales en público y otras son simples comentarios machistas como el del periodista Olavo de Carvalho, una de las voces más influyentes en la ultraderecha brasileña y en el gobierno de Jair Bolsonaro, que ha publicado en Twitter: “¿Por qué estamos hablando mal de un coño de 33 metros en vez de enfrentarlo con una gran polla?”
Pero no todo son críticas y comentarios soeces, también está habiendo muchos mensajes de apoyo como el de la escritora y política Cida Pedrosa: “'Diva' es simplemente hermosa y urgente. Esta obra y sus creadores están siendo atacados por la saña machista y patriarcal que existe”. Sus defensores también destacan la necesidad de plantear este tipo de debates en un momento de auge del conservadurismo en el país.
No es la primera polémica que se registra en Brasil a cuenta del arte y las reflexiones sobre el género. También sonada fue la cancelación de una muestra sobre diversidad de género organizada por el banco Santander en ese país debido a una ola de protestas en redes sociales organizada por grupos conservadores.