Dorothea Tanning, la artista que traspasó las puertas del surrealismo
El Reina Sofía acoge la primera retrospectiva en España de la polifacética artista

Creía en el poder del arte para crear espacios, sensaciones e ideas más allá de la realidad. Dorothea Tanning es considerada uno de los referentes femeninos del surrealismo: una de las pocas mujeres que logró hacerse un nombre entre tantos hombres. Y eso que ella nunca quiso ser etiquetada como ‘mujer artista’: “Puedes ser mujer y puedes ser artista; pero lo primero es un hecho y lo otro eres tú”, afirmaba.
Fue pintora, ilustradora, escultora, narradora y poeta; su creatividad no conocía límites. Tanning descubrió las posibilidades del surrealismo en 1936 al ver la exposición ‘Fantastic Art Dada Surrealism’, de Alfred Barr, en el MoMA. Hasta entonces había trabajado como ilustradora para los almacenes Macy’s de Nueva York.
El Museo Reina Sofía acoge ahora la primera retrospectiva en nuestro país de la artista estadounidense, que nos acercar a su mundo onírico, en ocasiones oscuro y siniestro. Es una exposición compuesta por más de 150 obras de arte (pinturas, dibujos, collages, esculturas e instalaciones) creadas entre 1930 y 1997, muchas de ellas nunca antes vistas por el público. Bajo el título ‘Dorothea Tanning. Detrás de la puerta, invisible, otra puerta’, explora en profundidad la vida personal y la trayectoria de la artista.
El título de la muestra sale de una entrevista que en 1974 le realizó a Tanning el crítico francés Alain Jouffroy. En ella explicaba que en una primera etapa su arte exploraba "este lado" del espejo o de la puerta, mientras que en una segunda etapa se dirigía al "otro", generando un "vértigo perpetuo" en el que una puerta, visible o invisible, conducía a "otra puerta". La puerta se convierte así en un símbolo, una barrera que hay que traspasar para adentrarse en el arte de Tanning y su mundo de sueños y miedos. Existe cierto paralelismo con Alicia en el país de las maravillas. De hecho, una de las secciones de la exposición, la denominada femme-enfant (niña-mujer), establece una comparación con el mundo de la Alicia de Lewis Carroll.

En total son ocho las secciones en las que se divide la exposición. Cada sala se centra en un momento de la vida de la artista. Se aborda, por ejamplo, su relación con Max Ernst, con quien se casó en 1946 en una boda conjunta con Man Ray y Juliet Browner. Otra de las salas expone varias de sus famosas ‘esculturas blandas’. A mediados de los años sesenta Tanning abandonó la pintura por la máquina de coser para hacer unas esculturas de carácter surrealista, fetichistas y a veces siniestras.

La exposición podrá visitarse hasta el 7 de enero. Posteriormente, durante la primavera del año que viene se trasladará a la Tate Modern de Londres.