La musa de la ‘nouvelle vague’
Jeanne Moreau ha sido un icono del cine europeo durante décadas

Orson Welles dijo de ella que era “la mejor intérprete del mundo”. Pudiera ser. De lo que no cabe duda es de que Jeanne Moreau, fallecida ayer lunes los 98 años en su piso de París, fue una de las grandes actrices de su época y el gran icono la nouvelle vague. Actuó en cine, teatro y televisión, pero también dirigió películas, teatro y ópera, escribió y hasta cantó. Trabajo a las órdenes de los más prestigiosos directores europeos de la época: Louis Malle, Francois Truffaut, Michelangelo Antonioni, Jacques Demy, Roger Vadim y Luis Buñuel. Pero también para grandes de Hollywood como Welles, Elia Kaza o Wim Wenders.
Sus años dorados fueron los cincuenta y los sesenta. De este período destacan Ascensor para el cadalso (1958) y Los amantes (1958), ambas de Louis Malle; Las relaciones peligrosas (1959), que fue la primera adaptación al cine de la novela de Chordelos de Laclos; La noche (1961), dirigida por Antonioni y protagonizada también por Maistroianni; El marinero de Gibraltar (1966), basada en la novela de su amiga Marguerite Duras (a la que por cierto, interpretó hace unos años en Ese amor), o La novia vestía de negro (1968), el homenaje de Francoise Truffaut a su admiradísimo Hitchcock. Truffaut ya había contado antes con ella en sus dos grandes obras maestras: Los cuatrocientos golpes (1959), en la que hacía un pequeño cameo, interpretando a una mujer que buscaba un perro, y sobre todo la extraordinaria Jules y Jim (1962). La fascinante Catherine que se interpone entre los dos amigos escritores será sin duda uno de sus papeles más recordados. La película, por cierto, está basada en una historia real, la del francés Henri-Pierre Roché y el matrimonio formado por Franz y Hellen Hessel, padres de Stéphane Hessel.

También rodó con Buñuel (Diario de una camarera), Orson Welles (El proceso, Campanadas a Medianoche y Una historia inmortal), Jean-Luc Godard (Una mujer es una mujer), Rainer Wener Fasbinder (Querelle), Jean Jacques Annaud (El amante) o Luc Besson (Nikita).
En 1976 dirigió el film Lumière y en 1979, La adolescente, con Simone Signoret. Ambos guiones eran suyos. También contó en un documental la historia de la actriz de cine mudo Lilian Gish. En septiembre de 2001 dirigió el Atila de Verdi Atila en la Ópera de la Bastilla. Sobre las tablas, donde había comenzado su carrera, destacó especialmente en Pigmalión, La gata sobre el tejado de zinc o La noche de la iguana. No tenía una voz prodigiosa, pero sí encanto y gusto para cantar. Grabó varios discos y algunos éxitos como Le tourbillon de la vie o J'ai la memoire qui flanche. Trabajó hasta no hace tanto. Le Condamné à mort fue uno de sus últimos proyectos; un disco en colaboración con Étienne Daho reinvindicaba el legado de su amigo Jean Genet. Ella leía los textos y Daho cantaba. Tenía ya 83 años.
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