En 2001, Audrey Tautou se convirtió en Amelie. Ese papel supuso su salto a la fama y la convirtió en centro de muchas miradas. Desde entonces la actriz se ha dedicado a fotografiarse a sí misma y a su entorno. Empezó con los periodistas que la entrevistaban durante la promoción de la cinta de Jean-Pierre Jeunet y luego siguió con su persona. Durante los últimos quince años se ha retratado, siempre con un toque de humor, en momentos íntimos y privados.

Ahora las expondrá, por primera vez ante el público, en el festival anual de fotografía Rencontres d'Arles. Superfacial es una serie de autorretratos, tomados con una cámara analógica, que muestran su visión sobre lo que significa ser un personaje público.