El Ministerio de Infancia e Igualdad de Noruega ha aprobado una ley que prohíbe a las influencers y a los anunciantes publicar imágenes retocadas. O, al menos, hacerlo sin avisar. La ley exigirá que las imágenes promocionales de cualquier tipo que lleven filtro o hayan pasado por un programa de retoque fotográfico (sean de marcas o influencers) a avisar de ello incluyendo una etiqueta diseñada por el gobierno del país.

El objetivo es combatir la publicidad engañosa, los cánones de belleza irreales y los trastornos de la propia imagen. La medida no se limita a plataformas como Instagram, Pinterest o Tik Tok, sino que afecta también a páginas de revistas y periódicos, marquesinas y otros soportes de publicidad exterior.

El país nórdico sigue así la línea iniciada en otros países como Francia, donde, desde 2017, las publicaciones de moda y de otros sectores están obligadas a avisar cuando se esté mostrando una imagen modificada con Photoshop. A principios de año también hizo mucho ruido en Reino Unido la campaña #Filterdrop (fuera filtros), iniciada por la maquilladora y modelo Sasha Pallari, que denunciaba el abuso de filtros entre las influencers que se lucran de esa actividad. “No pasa nada si no te atreves a salir en redes sin maquillaje, no pasa nada si no puedes aparecer sin tu iluminación favorita y no pasa nada si no soportas salir sin un filtro. Lo que no está bien es engañar a tu audiencia para que se gaste el dinero en productos cosméticos que no dan los resultados que tú les haces creer. Deja de filtrar tu piel para vender”. Pallari consiguió que la Advertising Standards Authority (ASA), el organismo que regula la publicidad en el mercado británico, apoyara su causa.