De la pantalla a tu armario: cómo Netflix se ha convertido en una gran máquina de tendencias de moda
La plataforma ha lanzado su primera colección de ropa, inspirada en ‘Halston’
Antes mirábamos hacia las grandes pasarelas y las revistas para descubrir lo que se llevaría en los siguientes meses. Ahora basta con poner Netflix para hacerse una idea. La plataforma de streaming se ha convertido no solo en un gigante de la creación de contenido, sino también en un poderoso generador de tendencias de moda. Nada nuevo bajo el sol, pensarán algunos. Las películas y las series siempre han influido en lo que nos ponemos. Desde Fuera de onda a Sexo en Nueva York, lo que se veía en la pantalla, fuera grande o pequeña, a menudo ha tenido después su reflejo en las calles. La influencia, en estos casos, suele ser una vía de doble sentido: también la moda ha tenido, en muchos casos, un papel clave a la hora de definir a los personajes. Resulta difícil imaginar, por ejemplo, a Cher Horowitz sin su icónico traje de cuadros amarillos y ese estilo preppy que ha defendido como nadie, o a Carrie Bradshaw sin sus memorables y eclécticos estilismos, que lo mismo incluían románticas faldas de tul que atrevidos crop tops, sin olvidar, por supuesto, sus adorados manolos.
Pero en los últimos tiempos, esa relación entre series y moda se ha ido estrechando hasta el punto de que el acelerado ritmo de los estrenos de Netflix (perfecto para el acelerado ritmo del fast fashion) va marcando cambios de tendencias. El año pasado, por ejemplo, Emily en París provocó una oleada de artículos y cuentas de Instagram obsesionadas por el chic francés, que no es precisamente una novedad, pero vivió una nueva ola de popularidad gracias al programa. La serie volvió a poner de moda las boinas, acabó con las existencias de gorros de pescador Kangol y disparó las búsquedas de faldas de Ganni.
El estilo de los sloane rangers, los niños bien del Londres de los ochenta, con sus parkas Barbour, vestidos de cuello XL, mangas abullonadas, chaquetas de punto y estampados naif, que ocuparon buena parte del armario de Diana de Gales durante sus primeros años de matrimonio, regresó a la actualidad gracias a la cuarta temporada de The Crown. Al igual que Kate Middleton agota todo lo que se pone, también las prendas que lucía Emma Corrin en la serie eran imposibles de encontrar a las pocas horas. Un ejemplo: el suéter de ovejas que Warm & Wonderful que Corrin llevó en un capítulo, inspirado en el original de Rowing Blazer que en su día llevó la Princesa de Gales.
Con el estreno de Gambito de dama cobraron protagonismo los looks geométricos y el estilo sofisticado, muy de los sesenta, de Beth Harmon. Netflix destacó el papel del vestuario en estas dos últimas series con una exposición interactiva que reunía una selección de los trajes de ambas.
Tras meses de confinamiento y de vestir a base de leggins y sudaderas, el mundo también pareció acoger con entusiasmo la exuberancia de los estilismos de Los Bridgerton. Las búsquedas de vestidos de corte imperio se dispararon, pero también creció el interés por los trajes de terciopelo, los zapatos mary-jane (las merceditas de toda la vida), las capas e incluso las tiaras.
Parecía cuestión de tiempo que la plataforma lanzara un show centrado en el mundo de la moda. Halston, la miniserie sobre el auge y la caída del gran diseñador estadounidense de los setenta, es uno de sus éxitos más recientes. Y, por primera vez, Netflix se han asociado a una firma de moda para producir y vender una colección cápsula inspirada en los glamourosos vestidos de la serie, inspirados a su vez en las creaciones originales del propio Roy Halston. La diseñadora de vestuario Jeriana San Juan trabajó con el actual director creativo de la marca, Robert Rodriguez, para crear una colección de once vestidos que dan a las que suspiran al ver los que aparecen en la serie la posibilidad de hacerse con uno muy similar por entre 900 y 1.500 euros.
Las creaciones han sido bautizadas con los nombres de algunas de las halstonettes, las celebridades que acompañaron al diseñador durante sus años dorados, como Elsa (Peretti) Anjelica (Huston) y Liza (Minnelli). Los modelos pueden ya reservarse en la web de Halston, aunque no estarán disponibles hasta el mes de agosto, cuando se pondrán también a la venta en los grandes almacenes de lujo Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus.
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Esta no es la primera vez que Netflix colabora con marcas de moda. Ya se asoció, por ejemplo, con H&M para crear una línea que replicaba los looks de Stranger things y otra basada en el estilo de Lara Jean, la protagonista de A todos los chicos de los que me enamoré. También Pull & Bear ha lanzado un par de colecciones con prendas inspiradas en Élite. Pero sí es su primera colaboración con una firma de lujo y la primera que se aleja completamente del concepto merchandising. ¿Seguirá el gigante del streaming introduciéndose en la industria de la moda? La compañía no ha dado ninguna pista sobre cómo evolucionará su estrategia en este ámbito, pero en vista de la repercusión que está logrando, parece probable que lo haga.
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