Converse elimina las barreras de género y talla: ¿es este el futuro de la moda?
Prendas para todos que se adaptan a la forma del cuerpo…y no al revés

El ‘genderless’ no es ninguna novedad en el mundo de la moda. En los últimos años son cada vez más los que prefieren elegir la ropa por cómo les queda o les hace sentir, prescindiendo de etiquetas como 'masculino' y 'femenino'. También son cada vez más las marcas que deciden explorar este camino que conduce a la eliminación de las etiquetas de género en la ropa. Más que de tendencia, hablamos de un profundo cambio en la mentalidad y en los hábitos de consumo.
La firma de calzado y de moda urbana Converse ha sido la última en subirse a ese tren. La marca, propiedad de Nike desde 2003, acaba de lanzar Converse Shapes, una colección que prescinde del género –no hay prendas diferenciadas para hombre o para mujer—, pero también de las tallas tradicionales. Las prendas (camisetas, sudaderas y pantalones con patrones y colores neutros) se han creado partiendo “de la convicción de que el tamaño es un punto de referencia, no una identidad”, explica la marca en un comunicado, permitiendo a los usuarios seleccionar los tamaños y cortes que mejor se adapten a su propio estilo individual “sin limitaciones de género o talla”.
Converse ha sustituido el sistema de tallas habitual, con referencias de la XXS a la XXL, por otro de tamaños, que van desde el I al IV. Así, de cada prenda se ofrecen solo cuatro versiones en lugar de las catorce que suelen incluir las colecciones convencionales para hombres y mujeres. Sigue habiendo una numeración que sirva de guía para el consumidor, pero se trata, según la marca, de que le ayude a elegir la prenda que mejor se ajuste a su estilo, no de limitarle.
Este sistema, asegura Converse, permite “una fluidez de uso sin restringir a nadie a un tamaño en particular”. En la mayoría de los casos una persona puede usar un tamaño u otro de la misma prenda en función de si prefiere que le quede más ajustada o más holgada. El hecho de que las prendas, todas fabricadas con un 50% de algodón reciclado y un 50% de algodón virgen, cuenten con elementos de diseño regulables también ayuda a ello.

Hace ya tiempo que quedó claro que el actual sistema de tallas presenta serios problemas. A pesar de que en 2007 el Ministerio de Sanidad firmara un acuerdo con representantes de la industria de la moda para homogeneizar las medidas, lo cierto es que la cuestión sigue siendo un sindiós. Una misma persona puede fácilmente usar prendas de la talla 38, la 40 o la 42. Y eso sin salir de un mismo país o incluso una misma marca, no hablemos ya de las diferencias a nivel internacional.
El sistema no es solo lioso, también resulta poco práctico para una buena parte de la población. Una investigación del Instituto de Biomecánica de Valencia en 2015 concluyó que cerca del 60% de los hombres y del 40% de las mujeres tienen problemas para encontrar ropa de su talla porque esta no se adecúa a su perfil físico. El estudio se basaba en mediciones antropométricas realizadas a un grupo de 1.600 españoles.

Adidas, H&M o Zara son algunas de las marcas que, antes que Converse, ya lanzaron colecciones unisex. Y aunque pueda parecer más sencillo aplicar el concepto de género fluido a la moda deportiva o el streetwear, el cambio está llegando también a las firmas de lujo. Gucci es quizá el ejemplo más destacado. La eliminación de las barreras de género ha sido una de las claves de la revolución que puso en marcha que Alessandro Michele a su llegada a la casa hace ya un lustro. Su barroquismo y su desprecio por los estereotipos tradicionales y la “masculinidad tóxica” han revolucionado la estética de la moda, sobre todo la masculina, en los últimos años. En 2017, la firma empezó a presentar sus colecciones sobre la pasarela en un único desfile, mezclando modelos masculinos y femeninos que usan las prendas indistintamente. Y este verano, Gucci ha dado un paso más allá presentando su primera colección sin género, The MX Project.
