Un corte de puntas, un nuevo flequillo, un retoque del tinte o un cambio de color. Ante la imposibilidad de acudir a la peluquería de forma regular (sigue siendo difícil conseguir cita en algunos centros) son muchos y muchas los que han optado por coger el toro por los cuernos (en este caso por la melena) y hacerse los arreglos de peluquería en casa.
Pero la cosa no siempre ha acabado bien. Nada bien. Para muestra, el recopilatorio que ha hecho Dove de algunos de esos atentados capilares que han cometido algunas valientes que no solo se han atrevido a meterse la tijera, sino que también han compartido el resultado en redes sociales. La marca les da las gracias al final y no es para menos.
Esta no es la primera campaña de Dove que da mucho que hablar. Desde el lanzamiento en 2015 de su icónica Campaña por la Belleza Real (esa que mostraba cómo una mujer normal se convertía en modelo de anuncio gracias al maquillaje, la peluquería y el Photoshop), su publicidad ha planteado una interesante reflexión sobre lo que es la belleza y la presión que sufren las mujeres para encajar en un determinado patrón. En esa línea encajaba también Sketches, uno de sus experimentos más interesantes, que exploraba la diferencia entre cómo nos vemos y cómo somos realmente.