En un país tan tradicional como China, en el que el feminismo está hasta perseguido, choca ver imágenes de mujeres jóvenes expresando su libertad e individualidad. Así son precisamente las instantáneas de Lou Yang, la fotógrafa que está retratando a las nuevas generaciones del país saltándose todos los estereotipos.
Allí la norma dicta que las mujeres deben casarse y tener hijos. De hecho, aquellas que con más de 25 años permanecen solteras, comienzan a recibir presiones por parte de sus familias para encontrar marido. Todos los fines de semana, en pleno centro de Shanghai, en la Plaza del Pueblo, padres y madres se reúnen en el mercado de matrimonios más importante del país para buscar pretendiente para sus hijos. El tiempo corre. Una vez pasados los 30, las que no se hayan casado, aunque sea por propia elección, serán consideradas sobrantes (shengnvs), convirtiéndose en una deshonra para sus familias.
Por eso el trabajo de Lou Yang es tan importante. En su serie ‘Girls’ muestra a las pocas jóvenes que deciden romper con lo establecido y no dejar que una figura masculina defina su personalidad. Yang retrata el espíritu de mujeres, atrevidas y seguras de sí mismas, libres e independientes. Sus fotos representan una emergente subcultura china que desafía las expectativas impuestas y los estereotipos.




Trabaja exclusivamente con procesos analógicos y raramente utiliza programas de edición para alterar sus fotografías.



Es una de las artistas orientales más prometedoras, sus fotografías se exhibieron por primera vez como parte de la muestra FUCK OFF 2 de Ai Weiwei, el probablemente artista chino contemporáneo más famoso.