La diversidad empieza a llegar a las revistas (excepto en cuestión de talla)
Este año ha habido tantas portadas con modelos transgénero como con mujeres que vistan la 40

Su nombre es Avery Jackson, tiene nueve años y en enero se convertirá en la primera persona transgénero en aparecer en la portada de National Geographic. "Lo mejor de ser una chica es que ahora no tengo que fingir ser un niño" es el titular. La revista también emitirá, el próximo 6 de febrero, un documental de dos horas titulado Gender Revolution, en el que se analizarán a fondo las normas sociales y educativas que imponen unas normas sobre la identidad sexual que se están diluyendo. "Nuestra intención es observar el funcionamiento de los roles de género por todo el planeta. Hay mucha cobertura en torno a las celebrities, pero no en torno a personas normales que se enfrentan a ello diariamente en sus escuelas o puestos de trabajo", afirma Susan Goldberg, editora jefe. De hecho, Avery no es la primera persona transgénero que protagoniza una portada. Laverne Cox fue la primera (ocupó en 2014 la de Time) y Caitlyn Jenner (antes Bruce) logró una enorme repercusión cuando apareció en la de Vanity Fair.
Este año han sido cinco las portadas de revistas de moda ocupadas por modelos transgénero, según el análisis sobre diversidad realizado por Fashion Spot, que ha considerado 679 cubiertas de 48 títulos internacionales (en este caso, todas de moda). Parece que en cuestiones de raza las cosas van mejorando: el 29% de las modelos de portada han sido de color (frente al 22,8% de 2015 y el 17,4% de 2014). También si hablamos de edad. En 34 (el 5%) aparecieron mujeres de más de 50 años.
Donde no han cambiado mucho las cosas es en lo que a talla se refiere: solo 6 de las 679 cubiertas analizadas (0,9%) han exhibido a modelos de talla 40 o superior. Un porcentaje ridículo, apenas superior al de modelos transgénero (0,7%) La explicación, según Fashion Spot, es que estas últimas están de moda. Nunca como ahora habían tenido tanta presencia en televisión (Orange is the new black o Transparent), las pasarelas y los medios, y las revistas lo están aprovechando. El que el número de Vanity Fair con Caitlyn Jenner en la portada fuera el más vendido el año pasado también es un buen argumento.
Ojalá la elección de Ashley Graham para la cubierta del primer número del Vogue británico (que, por cierto, en noviembre decidió sustituir a las modelos por mujeres reales) sea una señal de que en 2017 las cosas van a cambiar.

