El Congreso aprueba definitivamente la Ley de Paridad
La norma obliga a un mínimo del 40% de mujeres en los órganos de poder políticos y empresariales
En su sesión de ayer martes, el Congreso aprobó, con 178 votos a favor y 171 en contra, la Ley de Paridad, que busca garantizar la representación efectiva de las mujeres en los ámbitos decisorios de la vida política y económica. El texto definitivo ha contado con el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto PP, Vox y UPN. Según la ministra de Igualdad, Ana Redondo, se trata de una norma “necesaria para garantizar el principio de mérito y capacidad en todos los ámbitos de la vida social, deportiva, política y económica”.
El texto obliga a un mínimo del 40% de mujeres en órganos de poder de grandes empresas y en la Administración General del Estado, entre otros ámbitos. Las empresas del Ibex deberán aplicar la norma antes del 30 de junio de 2025 y el resto de cotizadas tendrán que hacerlo a lo largo de 2026. Los sindicatos y las asociaciones empresariales, por su parte, tendrán de plazo hasta 2028.
La norma establece, además, la obligatoriedad de listas electorales paritarias y cremallera, es decir, que en ellas se alternarán hombres y mujeres. El principio de representación equilibrada también se aplicará al Gobierno, independientemente de quien lo ocupe. Tendrá que haber presencia paritaria de cada género (con un mínimo de un 40%) para los titulares de vicepresidencias y ministerios. Ese mismo porcentaje tendrá que cumplirse en el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cuentas, el Consejo Fiscal, el Consejo General del Poder Judicial, colegios profesionales o entidades de interés público.
El trámite de la Ley, que en principio contaba con un apoyo bastante generalizado, ha resultado más convulso de lo inicialmente previsto. El punto que más fricciones ha generado no tenía en realidad que ver con el espíritu de la ley en sí. Durante su trámite parlamentario, el PSOE y Sumar introdujeron una enmienda en su propia norma para quitar al Senado la prerrogativa de tumbar el techo de gasto y frenar, por tanto, la aprobación de los Presupuestos del Estado. Es lo que pasó el pasado de marzo, cuando el PP, que tiene mayoría en la Cámara Alta, votó en contra de los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública del Gobierno. Los populares también han aprovechado su mayoría en el Senado para intentar restituir la capacidad de esa cámara de vetar el techo de gasto. En su paso por el Senado, introdujeron en el texto de la Ley de Paridad una enmienda con este objetivo, enmienda que fue rechazada ayer en la votación definitiva del Congreso.