Samantha Cristoforetti se convirtió ayer en la primera mujer europea en realizar una caminata espacial. La italiana salió de la Estación Espacial Internacional, en torno a las 14 de la tarde de ayer, hora peninsular, acompañada del cosmonauta ruso Oleg Artemyev, para llevar a cabo distintas tareas, incluida la instalación de plataformas y hardware de la estación de trabajo que está montado en el módulo de laboratorio Nauka, financiado por Roscosmos, la agencia espacial rusa. Cristoforetti y Artemyev desplegaron diez nanosatélites diseñados para recopilar datos electrónicos de radio y colocaron un brazo telescópico para ayudar en futuras caminatas espaciales.

Samantha Cristoforetti es en la actualidad la única astronauta europea en activo y participa en su segunda misión espacial, Minerva. La Agencia Espacial Europea ha hecho en los últimos tiempos un esfuerzo por aumentar el número de mujeres en su plantilla. Cristoforetti se unió a la ESA en 2009. Durante un tiempo ostentó el récord femenino de permanencia en el espacio en una única misión (pasó casi doscientos días en la Estación Espacial Internacional en su primer viaje espacial), que en 2020 le arrebató la estadounidense Christina Koch, que pasó 328 días en el espacio en una misión que ocupó titulares en todo el mundo porque durante su transcurso tuvo lugar el primer paseo exclusivamente femenino de la historia.