El 90% de las jóvenes que sufren acoso callejero no reciben ayuda por parte de los testigos
Y solo el 3% denuncia este tipo de agresiones

Con la nueva Ley de Libertad Sexual, el denominado acoso callejero será considerado, por primera vez, un delito leve, castigado con multas, localización permanente o trabajos comunitarios para los agresores. El objetivo es acabar con esa cierta tolerancia social que existe en torno a una forma de violencia tan habitual que una de cada cinco chicas que la sufren la han normalizado. Además, el 90% de las jóvenes que han sido acosadas en la calle dicen no haber recibido ningún tipo de ayuda por parte de quienes estaban presentes, según el informeSafer cities for girls, elaborado por la oenegé Plan International con la participación de la Universitat Oberta de Catalunya, para el que se ha entrevistado a 879 jóvenes de entre 15 y 25 años de Madrid, Sevilla y Barcelona. Casi ocho de cada diez han sufrido acoso callejero y solo el 3% lo ha comunicado a autoridades o fuerzas de seguridad. Lo habitual es que la experiencia se quede en el ámbito de las conversaciones con familiares o amigos.
Generalmente, las jóvenes recurren a estrategias individuales para autoprotegerse y aumentar su sensación de seguridad, que pueden ir desde buscar compañía para no tener que recorrer solas los trayectos, hasta modificar sus rutas, vestirse de manera distinta o escuchar música para aislarse de los comentarios, por ejemplo. El uso que hacen las chicas de los teléfonos móviles es especialmente significativo: fingen que hablan con otra persona, comparten su ubicación en tiempo real, avisan de que han llegado y, a veces, fotografían a los acosadores.
El 77% de las situaciones de acoso callejero que sufren las chicas en estas tres ciudades no implican contacto físico: son miradas, silbidos, persecuciones, comentarios, insinuaciones, etcétera. Sevilla es la ciudad donde se viven más situaciones de acoso sin contacto físico (81% de los casos), seguida de Madrid (79%) y Barcelona (71%). De media, un 9% de los casos de acoso callejero llegan al contacto físico, con diferencias entre las ciudades: 15% en Barcelona, 8% en Sevilla y 7% en Madrid.
Lo más habitual es que las jóvenes sean acosadas por un hombre solo (59%), aunque las situaciones en las que participan un grupo de hombres también son frecuentes (34%). El 12% indica que los acosadores parecían estar bajo los efectos del alcohol u otras drogas.
El 43% de las experiencias tienen lugar en la calle. Los parques y zonas ajardinadas amplias también se mencionan como lugares donde las chicas se sienten inseguras, al igual que las estaciones de transporte público. En general, los factores que hacen que las jóvenes perciban más inseguridad tienen que ver con el hecho de que sean lugares poco transitados, se encuentren en vías secundarias o estén lejos de espacios de referencia como su casa o su colegio. Por el contrario, las jóvenes se sienten seguras en lugares concurridos (26 %), con infraestructuras adecuadas (26%) o donde hay presencia policial o vigilancia (24%).
Respecto a los horarios, el 54% de los casos de acoso se dan de noche o de madrugada, pero el 20% de las jóvenes señalan que puede ocurrir en cualquier momento. A la hora de elegir cómo moverse por la noche, las jóvenes tienden a evitar el transporte público, y las que pueden, optan por el taxi.